CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló trabaja contra reloj en la redacción del megacontrato más importante de las últimas décadas. En unas semanas (la idea es que antes de finalizar enero), la Junta de Gobierno Local aprobará la licitación del expediente del transporte urbano, cuyo pliego de prescripciones técnicas y administrativas recoge cifras récords. Así lo confirma a este diario el concejal de Movilidad, Cristian Ramírez.
Con el objetivo de impulsar una revolución en el servicio del autobús, la nueva prestación contempla un presupuesto de más de 100 millones de euros y una duración de entre 10 y 15 años (presumiblemente, de 12). Para propiciar una renovación progresiva de la flota de autocares, se estima un gasto anual de más de ocho millones de euros, una cantidad que además crecerá a partir del segundo ejercicio con la pretensión de acelerar la sustitución de los vehículos de combustible fósil por omnibuses nuevos totalmente ecológicos.
La estrategia marcada en este sentido pasa por implantar los primeros autobuses completamente sostenibles en las líneas más cortas. Por ejemplo, las que cubren los trayectos del centro. Las pruebas realizadas a principios de año con vehículos eléctricos constatan una mayor eficacia en los recorridos cortos, con autonomía suficiente y sin necesidad de recargar las baterías durante el servicio.
Otra importante novedad del megacontrato, más allá de los números, corresponde a la monitorización de los autocares a través de 4G. Una tecnología que, además, facilitará la puesta en funcionamiento de una aplicación móvil. Los usuarios podrán conocer en tiempo real los horarios de llegada en las paradas. Con un control exhaustivo de las frecuencias, se acabarán las esperas y las molestias de los usuarios.
"Lo que queremos es que la gente se fíe del transporte público. Somos conscientes de los actuales problemas con los tiempos, pero este sistema marcará la diferencia. Habrá una veracidad en lo que indicarán los paneles o los móviles. Si se produce un retraso o un adelanto, la persona lo sabrá al momento", explica Ramírez. En efecto, también se adaptarán las marquesinas a la nueva tecnología.
Una mayor confianza y credibilidad en el autobús permitirán al Ayuntamiento cumplir otro de sus objetivos con la modernización de la prestación. "Si la gente ve que el sistema funciona, fomentaremos que aumenten los usuarios y eso redundará positivamente en la movilidad de la ciudad", señala el edil.
En la misma línea, y para que la cobertura llegue a todos los ciudadanos, el transporte público alcanzará los barrios de montaña. "No va a haber zonas de primera y segunda y esto implicará una reestructuración de las líneas para llegar donde ahora no se hace", indica Ramírez.
El transporte urbano (TUCS) tiene un total de 18 líneas regulares, a las que se suma un servicio nocturno (polideportivo Ciutat de Castelló-Hospital General). El parque móvil ronda los 50 vehículos con una plantilla de más de 100 profesionales. Accsa asume la concesión desde 1969. De ese año, ha ido renovando su vinculación contractual a medida que el consistorio ha promovido sucesivos procesos administrativos.