CASTELLÓ. Los expertos financieros auguran que la crisis por el coronavirus no desaparecerá cuando lo haga la pandemia. El impacto económico se alargará en el tiempo con impredecibles consecuencias. De ese futuro incierto no se librará la capital de la Plana, aunque el Acord de Fadrell trabaja desde el primer día con un doble objetivo para encarar el actual estado de alarma. Uno, de aplicación inmediata, como es la de combatir el avance del Covid-19. Otro, con un horizonte a medio y largo plazo, esto es, anticiparse al escenario que se planteará una vez la situación comience a normalizarse.
Dentro de este segundo contexto se enmarca el plan especial de respuesta económica y fiscal anunciado por el alcaldesa, Amparo Marco, el pasado 16 de marzo. Un compromiso que reiteró con su mensaje institucional este viernes, poniendo todos los recursos del Ayuntamiento al servicio de las necesidades derivadas de la emergencia sanitaria.
La exigencia de dotar de fondos suficientes nuevas partidas que contrarresten las secuelas del virus invita a pensar que se revisará el presupuesto de 2020, el más elevado de la historia (187 millones de euros) y con el mayor esfuerzo inversor (30 millones). Al menos, así lo dejan entrever las últimas declaraciones de la primera munícipe, que además corroboran fuentes del equipo de equipo.
De hecho, Marco ya adelantó que se prevé una reducción de actuaciones no prioritarias con el fin de impeler una línea de ayudas a la reactivación del comercio local y las pymes.
Incluso, la alcaldesa planteó reforzar el fondo económico contra la crisis con el gasto no ejecutado en los contratos públicos que puedan sufrir alguna paralización a causa de la emergencia sanitaria. En cuanto al catálogo de bonificaciones a los sectores afectados, se comprometió a ampliarlo, así como a acelerar la tramitación del pago a proveedores.
Las cuentas para el presente ejercicio, todavía pendientes de aprobación, tienen como ejes principales las políticas sociales (centradas en la vivienda e igualdad), la lucha contra el cambio climático, la promoción cultural y el impulso a la economía local.
Y es este último punto el que, previsiblemente, se examinará para incrementar de forma notable la consignación presupuestaria. Otras áreas deberán sacrificarse para desarrollar el plan financiero contra el coronavirus y, con ello, facilitar una recuperación en el menor tiempo posible.