CASTELLÓ. La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, valora la posibilidad de incluir el Barranco del Sol entre los nuevos proyectos para captar financiación europea. Al menos, no lo descarta tras haber activado un "Plan B" para solucionar los problemas de inundabilidad y desbordamiento que se generan en el grupo San Agustín y San Marcos cada vez que se produce un episodio de lluvias torrenciales. "Todo es posible. Siempre que se adapte a la convocatoria, se puede estudiar", señala la primera munícipe tras desvelar que ahora la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) apuesta por una alternativa diferente a la planteada en 2018, consistente entonces en ampliar la desembocadura del Río Seco con un presupuesto de 10,6 millones de euros.
"Los técnicos están evaluando la propuesta de la CHJ. Tenemos que analizarlo bien, porque se trata de encontrar la mejor solución para la ciudad", asegura Marco. El encauzamiento de la torrentera colea desde 2015, aunque en realidad se trata de una reivindicación vecinal de hace más de 50 años, en la que además está implicada una tercera administración, como es el Ministerio de Transición Ecológica.
Sin ir más lejos, el pasado mes de noviembre, el Acord de Fadrell impulsó una declaración institucional, en el que instó tanto a la Confederación como al Gobierno de España a ejecutar "una actuación de protección contra las inundaciones en el Barranco del Sol para dar respuesta a los desbordamientos". La iniciativa consideró prioritario adaptar el proyecto al cambio climático, tal como recoge el Plan de Cuenca y el Plan de Gestión de Riesgos de Inundación 2021-2027, que fija "como nuevos objetivos la gestión hidrológica, la restauración hidro-forestal, el mejor aprovechamiento del agua pluvial para llenar acuíferos y la adaptación al cambio climático, nuevas directivas que hacen necesario la actualización de las nuevas proyecciones".
En 2007, la construcción de un colectivo de pluviales en el lecho, contemplada en el Plan de Inundaciones, saltó por los aires al anularse el desarrollo urbanístico del PAI Mestrets. Asimismo, un informe desfavorable de la propia CHJ, desautorizando la obra para no aumentar el caudal del Río Seco, paralizó la intervención, hasta que se retomó durante la pasada legislatura.
La inclusión del Barranco del Sol entre las actuaciones susceptibles de ser remitidas al Ministerio de Hacienda para captar fondos europeos no es la única alternativa que baraja el Ayuntamiento de Castelló. También se contempla la rehabilitación del antiguo Asilo y otros inmuebles, la construcción de nuevos viales, la mejora del corredor del Río Seco en ambos márgenes o la reforma de las ermitas. "He encargado un informe sobre el patrimonio para ver las necesidades. Debemos estar preparados para todo, porque las convocatorias pueden hacer referencia a proyectos grandes, medianos o pequeños", explica Marco. "Al final, lo que queremos es la máxima inversión. Si conseguimos fondos, el coste para los castellonenses se reduce en un 50%", añade.
Ese inventario también tiene otra razón de ser: la comisión mixta constituida con la Generalitat y la Diputación Provincial para intercambiar edificios. En este grupo de trabajo se ha de decidir, entre otras cuestiones, el emplazamiento del futuro conservatorio de música y danza. Tras la primera reunión celebrada a principios de abril, las tres instituciones están pendientes de culminar su relación de inmuebles para celebrar un segundo encuentro. "El Ayuntamiento tiene los deberes hechos", asegura Marco, advirtiendo que la pelota está en el tejado de las otras dos administraciones.