CASTELLÓ. la Unió Llauradora i Ramadera ha denunciado este lunes que analíticas elaboradas por la asociación en un laboratorio homologado "han detectado una serie de irregularidades en las mieles de marca blanca que se venden en diversos supermercados e hipermercados de la Comunitat Valenciana".
La Unió asegura que los resultados del estudio analítico realizado por la Universitat Politècnica de València a petición de la organización agraria, "evidencian la existencia de adulteraciones en algunas mieles de marca blanca vendidas en las cadenas de distribución de la Comunitat Valenciana, además de graves deficiencias en el etiquetado que generan confusión en el consumidor y perjudican a los apicultores valencianos".
Así, han indicado que el estudio revela la presencia de azúcares extraños en algunas muestras, lo que sugiere la posible adición de jarabes no autorizados". Además, se han detectado "niveles excesivos de hidroximetilfurfural (HMF) en algunas mieles, que superan los límites legales, lo que indica un sobrecalentamiento, almacenamiento inadecuado o un producto con una antigüedad excesiva".
Para La Unió, otra de las cuestiones más preocupantes es la falta de veracidad en el etiquetado de origen. Según denuncian, en algunas muestras analizadas, los análisis polínicos no detectan rastros característicos de ciertas zonas declaradas en la etiqueta, lo que pone en entredicho la trazabilidad del producto y genera una grave falta de transparencia en el mercado. "En ningún caso, de las mieles analizadas coincide el orden de las mieles de origen con el origen del análisis polínico", aseguran. Por ejemplo, en todos los casos el primer país de origen es España cuando en ningún caso es el origen del polen mayoritario que contiene.
A juicio de La Unió, la comercialización de miel adulterada o mal etiquetada representa una competencia desleal para los apicultores valencianos, que se ven obligados a competir en el mercado con productos de dudosa calidad y origen incierto. "La falta de controles efectivos permite la entrada de mieles que no cumplen con los estándares de calidad, debilitando la sostenibilidad del sector y afectando directamente la economía de los productores valencianos", han denunciado. Ante esta situación, La Unió ha solicitado a la Conselleria de Agricultura y a la Conselleria de Sanidad la adopción de medidas urgentes para reforzar los controles de calidad y etiquetado de la miel comercializada en la Comunitat Valenciana,
En este sentido, reclama un refuerzo de las inspecciones y controles periódicos en los puntos de venta y distribución de miel en la Comunitat Valenciana para detectar posibles adulteraciones y fraudes en el etiquetado. Paralelamente, incide en la necesidad de implementar controles de calidad más estrictos, con especial atención a la composición fisicoquímica y polínica de las mieles importadas y comercializadas en supermercados e hipermercados.
Para paliar estas actuaciones lesivas para los intereses de los apicultores y consumidores valencianos, la Unió Llauradora i Ramadera insta a la Generalitat a imponer sanciones contundentes a todas aquellas empresas suministradoras y distribuidoras que comercialicen miel adulterada o que contengan información engañosa en su etiquetado.
“Exigimos una respuesta rápida y efectiva por parte de la Generalitat Valenciana, porque no podemos permitir que la falta de controles siga perjudicando a los apicultores y engañando a los consumidores. La trazabilidad y la calidad de los productos deben ser garantizadas mediante inspecciones periódicas y sanciones ejemplares para quienes incumplan la normativa vigente”, concluye la organización.