CASTELLÓ. El brote de peste porcina africana detectado en Cataluña en jabalíes salvajes mantiene en alerta a la administración autonómica valenciana y de manera especial al sector porcino de la Comunitat, que se concentra sobre todo en la provincia de Castellón. Las comarcas castellonenses albergan 522 de las 852 explotaciones censadas en todo el territorio valenciano lo que equivale al 60% del total de cabezas de la cabaña y más del 63% de las cabezas vendidas para sacrificio en 2024. Aunque las autoridades catalanas y el Ministerio de Agricultura han remarcado que el foco se ha detectado únicamente en fauna salvaje y que no existen casos en ninguna explotación ganadera, el temor a que el virus PPA -que ha reaparecido España tres décadas después de su erradicación- pueda infectar a la cabaña ganadera mantiene en vilo a los productores.
A ese temor se añade la preocupación por el impacto económico que pueda suponer el bloqueo a las exportaciones españolas de carne de porcino por parte de países extracomunitarios como China -principal importador de carne de cerdo española- Japón o Estados Unidos.
Con 522 explotaciones de porcino (449 de cebo y 73 reproductoras), la provincia de Castellón alberga el 61,27% de las granjas de la Comunitat Valenciana. La cabaña ganadera de porcino provincial ascendía en 2024 a 693.793 cabezas, cerca del 61% del total autonómico, y sólo el pasado año los ganaderos castellonenses vendieron 1.378.50 cerdos para sacrificio.
"Estamos hablando de un sector cuya actividad se concentra en comarcas del interior donde la economía de muchos municipios depende en gran medida de estas explotaciones", recuerda el secretario general de la Unió Llauradora i Ramadera, Carles Peris. Pese a que de momento no existe ningún caso de contagio en granjas, ni en Cataluña ni en ningún punto de la geografía española, esta crisis de sanidad animal preocupa por las distorsiones que puede provocar en el mercado. "Los países extracomunitarios están limitando las exportaciones, con las consiguientes pérdidas y el impacto en los precios, repercutiendo negativamente en todo el sector español", apunta Peris. De hecho, desde la Unió ya hacen un llamamiento al Ministerio de Agricultura para que "en caso de enfrentarnos a una crisis de exportaciones y de bajada de precios, habilite ayudas para almacenar carne y hacer frente a estas distorsiones en el mercado". Y es que el veto a las exportaciones a países extracomunitarios podría prolongarse durante un largo período ya que, según el responsable de la Unió, "para declarar una zona libre de PPA deben pasar 12 meses desde que se da por controlado el foco".
Por el momento, las explotaciones valencianas están operando con normalidad y se mantienen a salvo del virus gracias a los elevados estándares de bioseguridad que mantienen. "Estamos aplicando protocolos de seguridad y en especial el cierre perimetral para que no pueda acceder ningún animal salvaje a nuestras granjas", explica el productor Francis Ferreres, responsable técnico de ganadería de la Unió.
La Conselleria de Agricultura también ha hecho un llamamiento a la tranquilidad, ya que la enfermedad no afecta los humanos, y ha remarcado que "en la Comunitat Valenciana tenemos unos ganaderos con un compromiso profesional extraordinario, y están tomando todas las medidas y trabajando con toda la cautela que se necesita en este momento", en palabras del conseller de Agricultura, Miguel Barrachina. La Conselleria de Agricultura está en permanente comunicación con los Servicios Veterinarios Oficiales "para que se implanten todas las medidas de prevención y se extremen las precauciones". De la misma manera tiene programadas reuniones con el sector y con los veterinarios de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria y las integradoras, a efectos de incidir en el incremento de la vigilancia y las medidas de bioseguridad, además de estar en contacto con Salud Pública para la vigilancia en mataderos. Durante este lunes también se ha producido un encuentro con responsables de la Conselleria de Medio Ambiente para "coordinar las medidas dirigidas a una mayor vigilancia y control de jabalís en las zonas determinadas como de mayor riesgo".
Control de la sobrepoblación de jabalíes
En este sentido, tanto la Conselleria como las organizaciones agrarias coinciden en la necesidad de abordar el problema de la sobrepoblación de jabalíes y conseguir el equilibrio en el ecosistema que frene la expansión de enfermedades que puedan afectar a la cabaña ganadera, poniendo en riesgo la producción y las exportaciones valencianas.
Desde AVA-ASAJA han reclamado a las distintas administraciones, sobre todo al Gobierno español y la Generalitat Valenciana, que pongan en marcha todas las medidas que tienen a su disposición para detener esta enfermedad vírica, porque su aparición en el sector porcino supondría “un impacto demoledor” en la producción y comercialización de la principal cabaña ganadera de la Comunitat Valenciana.
Tanto AVA-ASAJA como la Unió han lanzado un mensaje de tranquilidad a los consumidores puesto que la PPA es una enfermedad que no supone ningún riesgo para la salud humana y el sector garantiza que los productos cárnicos son 100% seguros. El veterinario de AVA-ASAJA, Chimo Gómez, resalta que “el hecho de que la cabaña porcina esté libre de PPA desde el anterior foco de 1994 es gracias al trabajo profesional del sector durante décadas, a los rigurosos protocolos de bioseguridad aplicados y a la vigilancia de ganaderos y veterinarios. Además, la detección rápida de jabalíes infectados demuestra que los controles de prevención funcionan”.
El reciente foco detectado en jabalíes silvestres vuelve a poner sobre la mesa, según AVA-ASAJA, la necesidad de atajar la creciente sobrepoblación de fauna salvaje, especialmente de jabalí, ante el riesgo sanitario que supone. El presidente de la entidad agraria, Cristóbal Aguado, advierte de que llevan “mucho tiempo alertando del peligro que corremos si no se frena la expansión descontrolada de estas especies”, y recuerda que el incremento de ejemplares “eleva la amenaza para la sanidad animal, tanto de la propia fauna silvestre como del ganado e incluso de las personas, al actuar como reservorio y vector de enfermedades graves”. En el caso de la Peste Porcina Africana (PPA), subraya, la expansión del virus “pone en jaque a un sector porcino clave para la economía de zonas vulnerables y para combatir el despoblamiento rural”. Ante esta situación, la organización exige a la Administración reforzar las medidas destinadas a controlar las poblaciones de jabalí y de otras especies que puedan favorecer la propagación de patologías.
La misma opinión comparten desde la Unió Llauradora i Ramadera: "Es necesario que la Conselleria amplíe los recursos para reducir la sobrepoblación de jabalíes en la zona con mayor presencia, ya que no sólo dañan cultivos sino que también ponen en riesgo la sanidad animal".
