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Empresas desde el interior

El Toro impulsa el desarrollo de la truficultura y la asienta como motor económico de la zona

'Viveros Alto Palancia' produce 100.000 plantas micorrizadas de trufa negra al año

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CASTELLÓ. La utilización de la trufa a nivel gastronómico está documentada ya en sociedades como la egipcia o la griega. Su consumo se ha extendido al lo largo de la historia, pero fue a partir del siglo XIX, con Italia y Francia a la cabeza, cuando se propaga por toda Europa, hecho que propicia el surgimiento del comercio de este hongo. España no fue una excepción y, poco a poco, surgen referencias que hablan de personas recolectando trufas silvestres, sobre todo en la zona de Cataluña. Pasada la mitad del siglo XX, zonas de montaña de Huesca, Teruel y Castellón vieron llegar gente venida de Francia que buscaba el conocido como “diamante negro”. Estas prácticas pusieron en alerta a los nativos de estas zonas, que pronto también empezaron a ver en la recolección de la trufa, una oportunidad.  

Uno de ellos fue Eliseo Palomar, vecino de El Toro, en el Alto Palancia, una zona que tiene las características climatológicas adecuadas para ver crecer este hongo. De hecho, fue uno de los puntos donde se realizó una de las primeras plantaciones truferas en España. Eliseo inició su relación con la trufa a finales de la década de los años 70 recolectando trufa silvestre. Fue una época en la que se masificó la recolección de este preciado tubérculo. “Hubo una decadencia de las trufas silvestre debido a la sobreexplotación de los recursos naturales en la época”, explica el hijo de Eliseo, “es entonces cuando mi padre, que ya tenía experiencia en el sector, se planteó montar un vivero que se dedicara a la producción de plantas micorrizadas de trufa negra (tuber melanosporum)”. Así es como nace la firma Viveros Alto Palancia en El Toro.

La truficultura

Una iniciativa surgida de la necesidad del sector, que debido a la disminución de la producción de trufas silvestres, apostó por realizar plantaciones truferas cultivadas en bancales de zonas de interior, una práctica denominada truficultura. Después de más de 30 años en el sector, la firma mantiene su estructura familiar, y cuenta con dos trabajadores y la colaboración de la hija y el hijo de Eliseo, Isabel Palomar y Eliseo Palomar, quien explica que “el objetivo de la empresa ha sido, desde el principio, desarrollar procesos fructíferos de micorriza para desarrollar el sector de la truficultura con la creación de plantas productoras de trufas a partir de la simbiosis entre los hongos y las raíces de las plantas elegidas, siempre con la máxima calidad y garantía”. Una de las principales cometidos es asegurarse que las raíces de los plantones estén bien impregnadas de las esporas para la formación de micorrizas.

En este sentido, la empresa de El Toro tienen claro a las raíces de qué árbol se deben aplicar las esporas del hongo para que de unos resultados más óptimos en las plantaciones. “Nosotros solo micorrizamos carrascas (Quercus Ilex) y quejigos, llamado tambié roble valenciano (Quercus Fuginea), ya que es lo que demandan los clientes”, asegura Palomar. Con esta filosofía ya son más de 40 años de experiencia en el sector, lo que ha supuesto un crecimiento continuado en cuanto a la producción de plantones, y en la actualidad desde El Toro salen cada año entre 100.000 y 120.000 plantas con las que se ponen en marcha nuevas plantaciones truferas en toda España. 

Un sector en crecimiento

El sector ha crecido en los últimos años y ha colocado a España como el primer productor de trufa negra en el mundo, siendo la provincia de Castellón el segundo productor después de Teruel, con una media de entre 12 y 15 toneladas anuales. A ello ha ayudado Viveros Alto Palancia que ha vendido una gran parte de los plantones a agricultores de las comarcas de Castelló “que han puesto en marcha nuevas explotaciones de trufa negra en bancales que hasta el momento se mantenían con almendros, avellanos o cereales”, explica Eliseo Palomar. El resto de clientes proceden de otras zonas de la Comunitat Valenciana, Aragón, Castilla y León, como Soria, Palencia o Valladolid,Castilla-La Mancha y Cataluña. 

Eliseo Palomar
  • Eliseo Palomar

Pero el trabajo de Viveros Alto Palancia no se queda en la producción de plantones. También realiza servicios de asesoramiento a la hora de iniciarse en el sector de la truficultura y ayuda a las personas interesadas a conocer cuáles son los cuidados que se deben establecer a la hora de desarrollar la plantación y como afrontar su mantenimiento.  Al mismo tiempo que regenta los viveros, Eliseo Palomar también ejerce como productor y recolector de trufa negra en su localidad y vende la mayor parte de la producción al extranjero, a diversos países europeos, entre los que destaca Francia.
 

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