Entrevista

CULTURA

Joaquín Climent: "Volver al teatro solo tenía sentido con un proyecto como 'Esencia'"

El actor de ‘El Comisario’ o ‘La Promesa’ actúa en Castellón el domingo junto a Juan Echanove

  • El actor Joaquín Climent.
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CASTELLÓ. A pesar de que había decidido no aceptar más proyectos teatrales “por la exigencia que requieren”, Joaquín Climent vuelve a las tablas con una de las propuestas más atractivas de la temporada, ‘Esencia’. Junto a Juan Echanove visita el domingo (19.00 horas) el Teatro Principal de Castellón, una tierra a la que confiesa sentirse “muy cercano” por los años de veranear en la casa que sus padres tenían en Benicàssim “y porque mi hermana ha estado viviendo 25 años en Castellón, donde aún reside mi sobrina”.

‘Esencia’ llega envuelta en misterio y cargada de preguntas, un juego escénico en el que Climent percibe, función tras función, cómo el espectador se sumerge en la intriga que generan sus dos protagonistas. Con una trayectoria sólida en teatro, cine y televisión —marcada por títulos como ‘Los lunes al sol’, ‘El Comisario’, ‘Física o Química’ o, más recientemente, ‘La Promesa’—, el actor reflexiona aquí sobre su evolución profesional y sobre el magnetismo de un proyecto teatral que, afirma, era imposible rechazar.

-‘Esencia te llega en un momento de mucho trabajo. ¿Qué hizo que decidieras implicarte en este proyecto teatral?

-Cada vez me cuesta más hacer teatro porque la dedicación que requiere es mucha y te impide, además, compaginarlo con otros proyectos. Pero cuando a uno le llega un texto como ‘Esencia’  no le puede decir que no; ni aun queriendo. Estamos ante una magnífica obra con una construcción teatral espléndida. De hecho, últimamente estaba rechazando propuestas teatrales. Hace ya tres años que subí al escenario y no me quería involucrar más porque estaba trabajando en otras historias. Pero, como te decía, ante un texto como este no puedes negarte. 

-¿Por qué?

-Porque como como ejercicio de actor es un reto absoluto. Es un juego actoral fantástico, y encima con un compañero como Juan Echanove, con quien estoy mano a mano. Y luego está el texto de Ignacio García May, que es brillante. Lo que nos plantea ‘Esencia’ es de una complejidad a la que no estamos muy acostumbrados. Es teatro total. Una pieza en la que te encuentras defendiendo argumentos y defendiendo un texto con un contenido que te involucra. Ya te puedo asegurar que cuando leí el texto pensé, mechachis, a esto no le puedo decir que no. Volver al teatro solo tenía sentido con un proyecto como este.

-O sea, que lo tuviste clarísimo…

-Desde el principio.

-Toda la crítica coincide en calificar la obra como enigmática. ¿Estás de acuerdo?

-Estoy totalmente de acuerdo. Y sé que es así porque durante las funciones que hemos representado en nuestro primer mes en el Teatro Español en Madrid lo hemos visto. Cuando nos planteamos el trabajo entendimos que era una función en la que primaba el misterio, pero ha quedado demostrado que el público también lo está percibiendo así. Está contrastado que es enigmática. Estamos ante un texto que lanza muchas preguntas, reflexiones y dudas. Involucra al público, no solo a nosotros los actores, sino a la gente que está en sus butacas también. Aquí nos encontramos con más preguntas que respuestas, y todas interesantes. Son planteamientos que de pronto sorprenden y que atrapan. Castellón es la segunda plaza que hacemos de gira después del mes en Madrid, y el público, allí donde hemos estado, nos devuelve esa sensación de que algo está pasando en el escenario.

Estamos ante un texto que lanza muchas preguntas, reflexiones y dudas

-¿Sois capaces de percibirlo desde el escenario o son sensaciones que os llegan al finalizar la función?

-En el escenario ya lo notamos, totalmente. Durante la hora y media que dura la representación estamos en escena únicamente Juan y yo, y lo hemos percibido. En este tipo de situaciones tú eres capaz de apreciar que el público está metido, está pendiente, está atrapado… Y eso es algo que a los actores nos ayuda muchísimo.

-El punto de arranque es el encuentro por casualidad de dos amigos que hace años que no se ven.

-Bueno, por casualidad o sin casualidad. Ahí está ya la primera pregunta. ¿Es casualidad o no es casualidad? A partir de ese momento, en el que efectivamente se encuentran dos personas que hace años que no se ven, pasan cosas. Pero para que veas, ni siquiera se puede fijar el tiempo que hace que no se reunían, y eso también es por algo. Empieza el diálogo entre dos amigos de la universidad y enseguida ves que hay algo que les ha llevado a encontrarse y acaban hablando de cosas que no voy a desvelar. Es un thriller a ratos; un misterio total.

-Joaquín, has desarrollado una carrera muy sólida tanto en teatro como en cine y televisión. ¿Qué dirías que ha marcado más tu evolución como actor?

-La evolución como tal es difícil de abordarla. La gente que tenemos ya una edad empezamos queriendo ser actores de teatro. Juan Echanove es un poco más joven que yo pero los dos coincidimos en que cuando decidimos que nos queríamos dedicar a este mundo empezamos por el teatro. Había poco trabajo en televisión y tampoco demasiado en cine. Te hacías actor, por tanto, porque querías subir a un escenario.

Eso es lo que primero te marca, y eso es algo que me une a Juan y hace que tengamos un código más o menos común. Luego empecé a trabajar en cine y más tarde en televisión, que fue la explosión total. Pero vas avanzando conforme vas realizando proyectos, y vas aprendiendo tu oficio en cada medio. Yo disfruto con los tres. No puedo decir si soy más de cine, de televisión o de teatro. Eso sí, reitero que lo que me ha marcado ha sido el teatro porque fue el arranque de todo y mi primer referente. Pero enseguida llegó el resto. Y ahí vas aprendiendo las técnicas del cine y ves que es maravilloso, y luego te familiarizas con la televisión y sus dinámicas tan particulares, y también te atrapa.

Lo que me ha marcado ha sido el teatro porque fue el arranque de todo y mi primer referente

-¿Recuerdas algún proyecto que consideres un punto de inflexión en tu carrera? ¿Fue quizá tu papel en la serie ‘El Comisario’?

-Mira, la serie duró 10 años y yo estuve trabajando en ella nueve. Evidentemente, la gente puede que te identifique más con ese personaje. Pero cuando acabé estuve tres años en ‘Física o Química’ y en muchas otras series. Y mientras rodaba ‘El Comisario’ participé en 14 películas. He trabajado con Luis García Berlanga o Carlos Saura, he participado en ‘Los lunes al sol’… Pasa el tiempo, haces memoria y te das cuenta de la cantidad de proyectos en los que he podido estar. Pero es distinto lo que la gente recibe de ti que lo que tú sientes. Cada uno me ubica en un sitio y me saluda de una manera distinta. La gente de treinta y largos te reconoce como el de ‘Física o Química’, la que tiene cuarenta y pico, el de ‘El Comisario’, y así con todos los papeles.

-Menudo revuelo se formó cuando dejaste hace bien poco la serie ‘La Promesa’…

-Sí. ‘La Promesa’ es lo último que he hecho. Ha sido un bombazo el papel del mayordomo Rómulo. No te puedes ni imaginar cómo ha sido la respuesta de la gente en la calle. Ahora que ya han pasado unos meses ves cómo va disminuyendo ese boom. Pero es que es normal, porque te estás metiendo en las casas de las personas. Eso es la televisión.
 

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