CULTURA

La biblioteca de Vilafranca agita la lectura en la comarca de Els Ports… y en el sur de Teruel

Vecinos de Vilafranca, Ares, Benassal, Cantavieja o Iglesuela cruzan a diario la puerta del espacio

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CASTELLÓ. Debería existir algún premio en la provincia que pudiera distinguir el trabajo que cada día se está llevando a cabo en la biblioteca Matilde Escuder de Vilafranca. A veces se hacen necesarios estos reconocimientos para que ese esfuerzo sea visto, en este caso, fuera de la comarca de Els Ports. Aunque lo cierto es que en algunos pueblos del sur de Aragón bien conocen las actividades, la bebeteca, los talleres, las lecturas compartidas y el catálogo de casi 20.000 libros y unos cuantos centenares de DVD que tienen en la biblioteca.

La puerta de este espacio la cruzan a diario vecinos de Vilafranca, Ares, Benassal, Forcall, Castellfort, Cantavieja o Iglesuela. Todos, incluidos los aragoneses, tienen el carnet de la biblioteca local con el que además tienen acceso a las novelas y los audiovisuales de los centros de toda la Comunidad Valenciana.

Hay dos motivos por los que la Matilde Escuder se ha convertido en uno de los epicentros culturales de esa zona del interior de la provincia. Como explica la técnica de Cultura del Ayuntamiento de Vilafranca Ana Querol, “la regularidad en el horario de apertura es fundamental, como también lo es la voluntad de dotar la biblioteca del mejor contenido posible. Por eso tenemos un cuidado y tacto máximo en nuestra selección de libros, especialmente en los de infantil y juvenil”. Hay una tercera pata en esta ecuación, y son los propios vecinos. “Esta biblioteca la hacemos entre todos. La gente está invitada a participar no solo en las cosas que se programan sino en la propia organización. Es nuestra tónica de trabajo y los vecinos saben que tienen libertad para opinar y pedir porque todo cabe en nuestra agenda siempre que se haga con respeto, claro está”, ha explicado Querol.

De la poesía a los juegos de mesa

Una muestra de ello es la presentación en las próximas semanas de un libro de poesía sobre salud mental de una escritora de Vall d’Alba que propuso una usuaria de la biblioteca, o la implicación de los padres cuando se convoca una jornada de juegos de mesa. “Si nos llega alguno nuevo, es una madre o un padre el que se encarga de enseñar al resto de niños la dinámica y las reglas. Los juegos de mesa son una de nuestras apuestas y tienen un espacio muy importante en nuestra biblioteca”, ha añadido la técnico de Cultura.

Con el idioma tampoco hay problemas. La mayoría de cuentacuentos son en valenciano, pero se organizan también algunos en castellano para las personas que vienen de Aragón. “Aunque como conocemos cómo va a ser la actividad, si no es alguna que sabemos que pueden no entender igual les invitamos a que vengan porque los niños disfrutan y captan lo que les cuentan. Me gustaría organizar alguna vez alguno en rumano o árabe para los vecinos de fuera que tenemos, pero no damos a basto”.

A la hora de decidir qué libros se compran también tienen los usuarios voz. “De las obras de divulgación nos encargamos nosotros, pero en lo referente a las novelas se adquieren según las demandas de los lectores. Obviamente, siempre disponemos de las novedades que cada temporada salen y que tienen más renombre las pidan o no las pidan los usuarios”, explica Ana Querol, quien hace tandem con Eva Colomer, la auxiliar de biblioteca. “Nosotras somos las gestoras, las encargadas de dinamizar el trabajo, pero la biblioteca de Vilafranca la hacemos entre todos”.

'Compartim lectures'

Las dos están en contacto con los tres clubes de lectura locales y con el de Iglesuela, y es también a partir de ahí donde nace ‘Compartim lectures’, una actividad en la que tres vecinos charlan sobre tres libros distintos ante una veintena de personas que mayoritariamente también los han leído. “No son clases magistrales de literatura sino tertulias en las que la gente del pueblo comparte la experiencia de la lectura de una misma obra. Trabajamos no para dinamizar la biblioteca como contenedor sino para conseguir que este sea un espacio vivo donde suceden cosas”. Aunque, evidentemente, eso pasa primero por invertir en ese espacio: “Tenemos usuarios de Castellón ciudad que tienen aquí su segunda residencia y nos hacen saber que aquí encuentran libros para sus hijos que no están en los fondos de sus bibliotecas de barrio”, ha indicado la técnica.

Tanto Querol como Colomer se encuentran ahora en la vorágine de ultimar los detalles del Festival Xilòfag 2025 que tendrá como protagonista a Mafalda, el personaje de Quino, y que se celebrará los días 9, 10 y 11 de mayo. Para ello movilizan a Ayuntamiento, colegio, instituto y artistas locales con el fin de vivir unas jornadas de charlas, lecturas, creación plástica, cena literaria, audiovisuales, teatro y exposiciones. En este momento se encuentran en la fase de dotar a la biblioteca de toda la bibliografía de Quino “y de conversar con los familiares del dibujante para explicarles lo que vamos a hacer en Vilafranca con Mafalda, un personaje que tienen una filosofía que permite abordar todo tipo de cuestiones”, ha concluido Ana Querol.

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