CASTELLÓ. La mejora de la N-340 a su paso por Orpesa, con un presupuesto de 32 millones de euros, ha despertado el interés de un buen número de empresas del sector de la construcción de todo el territorio nacional. Hasta 20 ofertas se han presentado para desarrollar la primera fase del proyecto, que adecuará la carretera dejándola lista para una futura duplicación.

Así, han optado a la licitación la castellonense Becsa en UTE (Unión Temporal de Empresas) con Pavasal, además de Acciona Construcción; Adiante Infraestructuras–CHM; Aldesa Construcciones; ASCH Construcciones; Construcciones Rubau–Tecopsa; Constructora San José–Vilor Infraestructuras; Copcisa–Grupo Bertolín; Cyopsa–Construcciones Sarrión; FCC; Lantania–Heliopol; Obras, Pavimentos e Instalaciones Industriales; Obrascon Huarte; Romà Infraestructures i Serveis; Rover Infraestructuras; Sacyr Construcción; Torrescámara–Acsa; Abaldo–Guerola; Gévora Construcciones-Copisa; y Vías y Construcciones.

El adjudicatario dispondrá de un plazo de 30 meses para ejecutar una demanda histórica de la provincia, que mejorará la movilidad y la seguridad en uno de los tramos más peligrosos de la red. El Gobierno desbloqueó el proyecto en 2023, tras su paralización durante la crisis financiera, y ahora se prepara para dar respuesta a una necesidad pendiente en materia de infraestructuras. El grueso del presupuesto se ha planificado para 2026, con 20 millones de euros asignados al inicio de las obras. Para 2025 se prevén dos millones, en 2026, otros dos millones, y 8,5 millones para 2027.

Levantamiento de actas

Asimismo, el Ministerio de Transportes destinará tres millones de euros al pago de expropiaciones de un centenar de parcelas. En este sentido, el BOE ha publicado la convocatoria para el levantamiento de actas, previsto para el próximo mes de septiembre en el Ayuntamiento de Orpesa. Cabe recordar que se ha solicitado al consistorio su colaboración para localizar a los y las titulares de hasta 35 fincas afectadas.

La actuación se desarrollará a lo largo de seis kilómetros. En esta primera fase se ejecutará el acondicionamiento del trazado y la reordenación de accesos de la vía actual, con la construcción de un nuevo enlace en La Ranegá, el rediseño del semienlace de Oropesa y la mejora de la conexión con la AP-7. Las obras se llevarán a cabo en el tramo de la actual N-340 comprendido entre los kilómetros 992,100 y 998, constituyéndose como la primera calzada de una futura duplicación.

Entre otros avances, se incrementará la seguridad vial mediante la limitación de accesos a propiedades colindantes y la mejora de los carriles de cambio de velocidad existentes. Se adaptarán las pendientes longitudinales y las secciones transversales con el fin de uniformar el trazado del tramo. Actualmente, la vía carece de un control de accesos, lo que permite que la mayoría de propiedades aledañas conecten directamente con la N-340, generando así importantes problemas de seguridad.