CASTELLÓ. El mercado inmobiliario continúa disparado y el precio en Castellón ha seguido al alza en el tercer trimestre del año. El coste para la compra de una vivienda ha crecido en la provincia un 11,4% en los últimos doce meses. Y en solo dos años, el aumento ha sido del 20%, según los últimos datos publicados este miércoles por el Ministerio de Vivienda. Una dinámica impulsada por un nuevo boom en la compraventa de vivienda, fundamentalmente por ser actualmente uno de los valores más seguros para los inversores, y por la falta de oferta tanto para compra como para alquiler, según insisten los expertos.
El coste del metro cuadrado en Castellón alcanzó en el tercer trimestre los 1.317 euros, lo que supone un 3,1% más respecto al segundo. Los 1.300 euros el metro cuadrado no se superaban desde 2012. El precio aún se encuentra lejos de los tiempos del boom inmobiliario, cuando se sobrepasaron los 1.700 euros, pero afronta una etapa expansiva que lo va acercando a la primera década del siglo XXI. La provincia llegó a un pico de 1.761 euros en el segundo trimestre de 2008. Pero a partir de ese momento la tendencia viró por la crisis financiera y el valor de tasación descendió en picado, hasta los 1.022 euros en el primer trimestre de 2015. Hasta 2023 mantuvo una atonía y apenas experimentó cambios, pero justo hace dos años el sector inmobiliario empezó a despuntar, y esta reactivación se vio reforzada a partir de 2024 con una bajada de los tipos de interés.
En este ejercicio el precio de la vivienda no ha parado de crecer en Castellón y registra las cifras más altas en doce años. En Alicante y Valencia los costes son todavía mayores, por su peso demográfico y el aterrizaje de inversores extranjeros, con 1.829 euros/m² en Alicante y 1.712 en Valencia. Mientras, la media nacional se sitúa en 2.153 euros, un valor empujado por las grandes ciudades del país.
Por su parte, en la capital de la Plana, la tasación de una vivienda está en 1.661 euros/m² para casas de hasta cinco años de antigüedad, y en 1.300 euros/m² para las de segunda mano.
La vivienda, destino de la inversión
Esta realidad coincide con un contexto de despegue de la actividad inmobiliaria. Al respecto, Castellón cerró septiembre con 1.367 operaciones de compraventa, unas cifras muy elevadas en comparación con la época prepandemia. Como muestra, en septiembre de 2015 hubo 569 compraventas, frente a las más de 1.300 actuales.
Un cambio que viene condicionado, sobre todo, por la consolidación de la vivienda como destino del ahorro y la inversión, debido a la elevada rentabilidad del alquiler. La irrupción de las viviendas turísticas, en un momento de escasa oferta de alquiler, ha atraído además a fondos e inversionistas.
De ahí que, según el sector, cerca de un 40% de las compraventas se realicen con fines de inversión. En este sentido, las estadísticas de las hipotecas certifican esta circunstancia, ya que evidencian que un 44% de las operaciones de compra en Castellón se pagan al contado, es decir, orientadas a la búsqueda de rentabilidad.
De esta forma, actualmente hay una doble realidad en el mercado inmobiliario: por un lado, la vivienda está mejorando los resultados de los inversores; por otro, el acceso a un hogar —en alquiler o compra— se ha vuelto inaccesible para familias y jóvenes con menor capacidad económica.