CASTELLÓ. El grupo castellonense Frost-trol, otrora líder en la fabricación de frigoríficos para usos industriales, ve más cerca una posible venta a un grupo inversor que permita su reactivación. La empresa, que se encuentra en concurso de acreedores, ha recibido el interés de un primer fondo, que ya ha iniciado los contactos y negociaciones para abordar la posible operación de compra, según avanzan fuentes del entorno de la firma con sede en Cabanes.

La compañía, con 65 años de historia, se declaró en concurso en mayo tras despedir a toda la plantilla al no poder superar los problemas económicos que arrastraba por un fraude interno de 2021, que le ocasionó pérdidas extraordinarias de 14 millones de euros. En 2024 aún mantenía un importante número de clientes, con pedidos por 45 millones de euros, pero sus dificultades económicas continuaban y la deuda fue creciendo, situándose en abril de 2025 en los 41 millones: 23 correspondían a acreedores financieros, 10 a proveedores y 5 a indemnizaciones de la plantilla. La falta de liquidez le impidió cumplir con su catálogo y finalmente impulsó un expediente de regulación colectiva y entró en concurso de acreedores.

En el proceso actual, el administrador concursal tiene como objetivo prioritario conseguir, en la fase de liquidación, la transmisión de la fábrica a un nuevo fondo de inversión que la reactive. De hecho, los activos de la unidad productiva y la sólida cartera de clientes se presentan como un importante aliciente para propiciar la entrada de nuevos inversores.

Primeras reuniones

Dos grupos han preguntado por la industria de Cabanes y, según fuentes de Frost-trol, uno de ellos ya ha movido ficha solicitando información y convocando reuniones para conocer la realidad de la empresa. Según las mismas fuentes, este grupo va avanzando aunque de momento no ha formalizado una oferta de compra. La adquisición abarcaría las naves industriales (de 52.000 metros cuadrados), maquinaria y parte del pasivo. 

Esta propuesta, si sigue adelante, deberá ser posteriormente avalada por el administrador concursal y el Juzgado de lo Mercantil de Castelló, y se abrirá un periodo de información pública para que se puedan presentar otras iniciativas. 

Los responsables del proceso concursal se han dado hasta diciembre para lograr una salida de Frost-trol. Una nuevo propietario permitiría el regreso de la industria de Cabanes. Si no fructica su transmisión no quedará más remedio que proceder a su liquidación. Al respecto, conviene recordar que antes de 2021 la firma era uno de los referentes internacionales en el sector de frigoríficos industriales, con más de 500 empleados y oficinas en París, Dubái y México. La compañía, volvería a operar con unas modernas instalaciones en Cabanes inauguradas en 2020, justo un año antes de sufrir el desfase patrimonial provocado por el fraude interno.