CASTELLÓ. (EP). La hostelería sigue siendo uno de los sectores más golpeados por la crisis del coronavirus y, en Castellón, la situación atraviesa uno de sus momentos más complicados. Y es que, el mayor descenso en la contratación en hostelería de toda la Comunitat Valenciana, se ha producido en Castellón (-90.4%), según apunta Randstad en su último informe. En el global de la Comunitat, el número de contratos en hostelería ha caído un 82,4 por ciento desde julio, un descenso siete puntos porcentuales más pronunciado que la media nacional (75,5%). Esto significa que, desde verano, se han dejado de firmar 23.005 contratos en hostelería en la autonomía que, en la actualidad, supone el 8,5% de todos los contratos del país que se firmaron en el sector.
A nivel nacional, el informe destaca que cerca del 63% de los empresarios de la hostelería no espera una recuperación total hasta el segundo trimestre de 2022. Se trata de una cifra "mucho más pesimista" que la del conjunto de las empresas del país, de las que el 81% espera ya haber alcanzado en esa fecha niveles previos a la irrupción de la crisis. Además, el 92% de los empresarios de los servicios de alojamiento y el 79% de los de restauración aseguran haber visto muy afectada su actividad o incluso tener que cerrar.
Así, en la Comunitat Valenciana, se han dejado de firmar 23.005 contratos en hostelería, al pasar de 27.920 a los 4.915 actuales. En el resto de provincias, el número de contratos ha descendido un -83,9% y un -76,4% en Valencia. En cuanto a volúmenes de contratos, el mayor se registró en Valencia (2.439), seguida por Alicante (1.955), y Castellón (521).
Hace un año, en España el volumen de contratos en hostelería estaba en 290.908 firmas, pero la llegada de la crisis sanitaria provocó que descendiera bruscamente, con apenas 13.854 contratos en abril. En los siguientes meses, el indicador rebotó, aupado por el verano y la mejora de las condiciones sanitarias, registrando el julio 233.752 contratos, la cifra más alta de la pandemia.
Pero el encadenamiento de las olas pandémicas y la incertidumbre por las restricciones, han provocado que, con ligeros altibajos, el número de contratos en hostelería registre desde verano una tendencia negativa, hasta mostrar el pasado febrero el tercer peor registro de la era covid.