CASTELLÓ. El sector de la maquinaria cerámica registra ya los primeros impagos derivados de la crisis energética que lastra a quienes le abastecen de pedidos, los fabricantes de revestimientos y baldosas. Esta mala noticia, pese a todo, todavía no es una constante en la industria castellonense y las compañías integradas en la patronal Asebec están sorteando de forma aceptable, en lo que se refiere a su actividad y proyectos en marcha, la crisis derivada de la invasión de Ucrania.
Al menos, la evolución está siendo mejor de lo que esta rama económica preveía hace solo dos meses y medio, cuando el estallido bélico alzó todas las alarmas y sumió en la incertidumbre a las empresas dedicadas a la fabricación de componentes y al mantenimiento de los equipos. Es cierto que en algunos talleres se ha reducido la actividad, pero también lo es que el trabajo está garantizado hasta después del verano, cuando muchas fábricas paran los hornos para acometer trabajos de conservación.