CASTELLÓ. Fotografiar la arquitectura de cualquier lugar debe estar probablemente entre las tres cosas que más hacemos al viajar. En realidad nos encanta fotografiar todo: comida, costumbres, edificios... Gusta capturar la cultura cuanto más diferente sea de lo que ya conocemos y, verdaderamente, pocas son las personas que se resisten a hacerlo. De estos viajes han aparecido, de hecho, grandes profesionales de la fotografía. Aficionados que empezaron a interesarse por los colores y las formas y que terminaron por consumir todos sus futuros carretes en ellas. Así le pasó a Jose Conceptes (Vinaròs, 1978), quien a raiz de un viaje a Nueva York fue desarrollando, sin saberlo, su propio estilo de fotografía arquitectónica.
Al castellonense le gusta, en particular, fijarse en estructuras con ángulos rectos y duros, en la mayoría de casos piramidales, que apuntan al cielo. Y en general, le interesa "desnudar la arquitectura. Enseñarla como fue concebida desde sus comienzos por el arquitecto", explica. En efecto, no es fácil reconocer qué edificio o qué esculturas aparecen en sus imágenes, porque no están estas ni siquiera concebidas para que logremos hacerlo. Su fotografía captura elementos que habitan en lugares solitarios, parados en el tiempo y en el espacio, susceptibles de crear nuevos significados metafóricos y artísticos. Como el mismo Jose Conceptes apunta, "aquí la fotografía arquitectónica presenta un aspecto netamente minimalista con toda serie de lineas, cubos y círculos. Se despoja de todos los cánones, incorporando nuevas dosis de ambigüedad".