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Misión a Seúl

Publicado: 30/11/2025 ·06:00
Actualizado: 30/11/2025 · 12:35
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El título de esta columna tiene algo de sabor añejo, de las películas americanas bélicas de los años 50. Y es que Corea, por su conflicto bélico del año 50 fue terreno fértil para este tipo de producción cinematográfica donde se mezclaba la propaganda anticomunista, dramas humanos, historias de grandes sacrificios, retratos psicológicos y alguna velada crítica sobre la absurdidad de la guerra. Pero no vamos a hablar hoy de nada de esto. Es con enorme satisfacción que realizo esta crónica porque, como quien dice, acabo de regresar de Seul tras haber tenido el privilegio de ser integrante de la delegación empresarial valenciana auspiciada por la Fundación LAB para visitar la capital coreana. 

Los participantes han sido empresas valencianas de primer nivel y representadas por personas de gran valía no solo profesional si no también personal como he podido darme cuenta en estos días de convivencia oriental. Las empresas que han viajado a Corea han sido Aceitunas Cazorla con más de 60 años en el sector la producción y distribución aceitunera y representada por su Directora General, Zulema Bersaluce; Patatas Meléndez que han conseguido transformar su pasión por el negocio del cultivo de la patata en una empresa moderna e innovadora y representada por su CEO, Javier Meléndez; Grupo Arco cuya empresa más emblemática es Válvulas Arco y representada por su Directora Jurídica, Estefanía Ferrer, y su CIO, Enrique Ferre;  Grupo Bertolín representado por su Consejero Delegado, Ignacio Bertolín; Ave (la Asociación Valenciana de Empresarios) representada por su Secretario General, Diego Lorente y su responsable de Economía & Estudios, Ines Herrero; Grupo Dacsa, representado por su Director Regional para Europa del Sur y New Business Manager y Mary Carmen Vidal en su condición de responsable de Investigación & Desarrollo del grupo; Familia Martínez y su CEO Raúl Martín; GDES y su CEO y Presidente de la Fundación LAB, Héctor Dominguis junto con Adoración Arnaldos Directora de Innovación y Tecnología de GDES; Grupo Gimeno y su Director General de Desarrollo Sostenible, Guillermo Berlanga; Helados Estiu representada por su CEO, María José Felix; Importaco representada por su Presidente, Toño Pons; Grupo Empresarial Invext y su Presidente Raúl Royo y su Responsable de Gestión Patrimonial, Santiago Royo; la SPB Global Corporation representado por su Directora General, Gracia Burdeos; Exponentia y su CEO, Juan García; Sesame representada por su CEO Majo Castillo y su CTO Albert Soriano; Zeus Smart Visual Data y su CEO Amparo García Faus; Libertas 7 representada por su CEO Agnés Noguera; Energy System representada por su CEO, Julio Sánchez y su Directora de Marketing, Lucía Sánchez; Exclusivas Baymar representada por su Director General, Gonzalo Bayona; María José Sánchez Ortodoncia, con la presencia de su CEO y directora médica, y finalmente ALE-HOP representado por su consejero y director de proyectos singulares, Sergi Grimalt.

A esta delegación de una calidad fuera de cuestión hay que añadir a la Directora General de la Fundación LAB, Marta Chillaron y su infatigable y altamente profesional Adjunta a la Dirección, Ingrid De Keijser que han sido claves en la organización del evento y en la preparación de una agenda que ha funcionado como un reloj de alta precisión, un reloj coreano. 

Esta iniciativa de la Fundación LAB constituye uno los ejemplos más emblemáticos de lo que es la buena sociedad civil y particularmente lo que es el empresariado valenciano.  Es notoria mi pasión por la sociedad civil y su contribución a la prosperidad y la salud de nuestras democracias. Y entiendo que instituciones como la Fundación LAB que apuestan por la innovación, el desarrollo económico y el dinamismo empresarial son especialmente necesarias para hacer sociedades y economías más prosperas y generadoras de riqueza. 

 

No es la primera vez que la Fundación LAB realiza este tipo de misiones. Se interesan por lugares en los que el desarrollo tecnológico y la innovación son totalmente definitorios. Por esa razón se visitó Palo Alto y Tel Aviv en el pasado y se eligió a Corea como destino de este año. La agenda de la visita a Seúl ha resultado profundamente equilibrada. Así los cuatro días de visita han sido de una intensidad inusitada sobre todo teniendo en cuenta las distancias y el tráfico a veces infernal de la capital coreana. Un día se dedico a la visita a algunos de los chaebols, los macro-conglomerados empresariales que impulsan a la economía coreana. Me estoy refiriendo a empresas de las características de Samsung Corporation, LG o Hyundai Motors.

Se trata de enormes emporios a los que ya he dedicado varias de estas columnas que constituyen la espina dorsal del empresariado coreano. El objeto de su actividad es muy extenso. Como ejemplo, Samsung es conocido por su actividad en el sector de la electrónica, pero también tiene aseguradoras, compañías de infraestructuras, compañías químicas, inversiones portuarias, etc.  Por otro lado, otro día se visitaron los centros tecnológicos más punteros de Corea en materia de innovación e investigación. Se tratan del KAIST (Korea Advance Institute of Science and Technology) y el ETRI (Electronics and Communication Research Institute). Ambos ubicados en Daejeon City una ciudad a una hora de Seul (160 km) que pasó de ser un patatal para convertirse en el centro neurálgico de ciencia, la investigación y la tecnología de Corea. Se estima que han llegado a trabajar decenas de miles de investigadores.

Ahora ha alcanzado una población de un millón y medio convirtiéndose en la quinta ciudad más poblada de Corea. Otras empresas clave en sectores innovadores fueron objeto de la curiosidad de la misión y también pudimos visitarlas. Me refiero a Korean Telekom, Korean Water, CJ Foods. Y finalmente la visita se centró en el ecosistema de creación de empresas, el universo de start ups que también se caracteriza por un impulso público decidido y eficaz. GDIN (Global Digital Innovation Fundation) organizó estas actividades.  GDNI es precisamente una entidad pública coreana centrada en ayudar y tutelar a la creación de nuevas empresas de alto componente tecnológico, punteras en su sector y cubriendo necesidades muy específicas. 

En este sentido el 14 de noviembre de 2025 tuvimos una sesiones con no menos de 10 empresas que nos explicaron lo que hacían y posteriormente pudimos preguntarles más detalles al respecto. Fue frenético pero el speed dating funcionó ya que nos permitió tener una idea del nivel de avance tecnológico en que se encontraban las diferentes empresas. Me remito al Linkedin de mi buena amiga Agnés Noguera en la que ha realizado una crónica detallada y rigurosa de todas las visitas que se realizaron durante los días de la misión. 

En rasgos generales se ha alcanzado el objetivo de la misión. Se trataba de poder aprehender de primera mano cómo funciona uno de los ecosistemas de innovación más punteros del planeta. Y eso se ha conseguido. ¿Qué factores determinan el éxito coreano? Por un lado, los chaebols que son protagonistas de la vida económica, la impulsan y han apostado decididamente por la innovación. Por otro lado, el impulso inteligente del sector público a través de los centros de investigación públicos y privados centrados en la innovación tecnológica. En tercer lugar, ese crecimiento de las starts-ups basado en políticas públicas bien gestionadas y orientadas hacia la experimentación y la escalabilidad. Y finalmente unos poderes públicos comprometidos y una ciudadanía que apoyan la rapidez en pasar del prototipo al producto, la educación tecnológica y la digitalización. 

 

En mi opinión uno de los descubrimientos de la misión ha sido los paralelismos encontrados entre Corea y nuestra querida Comunidad Valenciana. En efecto, contra todo pronóstico se dan características similares de naturaleza estructural entre ambas economías. En efecto, las empresas familiares también son probablemente las protagonistas de la vida económica de nuestra región y no solamente han tutelado el crecimiento industrial si no también ha sido clave en la adaptación permanente de las empresas y la internacionalización de estas. Sin duda la visita a Seúl ha contribuido a fortalecer el planteamiento de que una mayor integración y coordinación entre lo público y lo privado, entre empresas, universidades, administraciones y centros tecnológicos puede contribuir a un sistema económico más ágil y innovador. A través de la comprensión del sistema coreano que es altamente competitivo hemos podido detectar novedosas alternativas de mutación empresarial. Bajando a lo concreto, en la Comunidad Valenciana las empresas necesitan invertir más en I+D. En Corea se ha alcanzado cifras del 5% del PIB mientras que en la Comunidad Valenciana estamos en el 1,2%. Lo que me parece una diferencia enorme. Quizás en la Comunidad Valenciana, al no tener carácter de gasto deducible, los empresarios han renunciado a declararlo. 

En fin, que este tipo de misiones de naturaleza económica impulsadas por la Fundación LAB son profundamente enriquecedoras y contribuyen a apreciar otras realidades exitosas que pueden aportar lecciones para la Comunidad Valenciana y, ¿por qué no? a aplicarlas a mejorar nuestras empresas. 

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