CASTELLÓN. La Sección Oficial de Cineculpable 2018 toca a su fin con un cóctel cinematográfico en pequeño formato que hace un guiño al cine negro, el terror psicológico, la comedia dramática de tinte social, el cine mudo y la ciencia ficción. La última sesión de la 21ª edición del Festival Internacional de Curtmetratges de Vila-real se caracteriza también por un nuevo salto internacional -con los pases del iraní Tanafos y el argentino Listo el Pollo (Restó)- y por el amplio palmarés que arropa a las siete obras que proyectará esta noche a las 22.00 horas en el Auditori.
Juntas rebasan los 70 galardones y selecciones en las secciones oficiales de festivales nacionales e internacionales. Con ellas pone fin a una edición que ha sumergido al público en el ambiente cinéfilo de los años 30 de la mano de la pareja de gángsters más famosa del celuloide, Bonnie and Clyde, en quienes se inspira el cartel ‘culpable’ creado por el estudio EdA, con sede en Vila-real.
51 de esos premios y candidaturas corresponden a Uno. Un teléfono móvil dentro de una bolsa hermética suena en medio del mar. Así arranca este drama sobre derechos humanos que dirige el alicantino Javier Marco Rico y que protagoniza Pedro Casablanc (Hospital Central, El Ministerio del Tiempo, Motivos personales), con él abrirá esta noche la velada de despedida.
Toman el relevo en este compendio de 83 minutos de viaje cinéfilo los dos cortometrajes internacionales de la noche. Desde Argentina aterriza Listo el Pollo (Restó), de Carlos Fernando Rossetti. Una comedia dramática que pone al frente a un hombre sin escrúpulos que en plena crisis económica recurre a distintas estrategias –como el robo de mercadería- para sostener su restaurante, hasta que la inocencia de un niño de la calle que pide limosna empieza a entorpecerle los negocios. Por otro lado, iraní es la propuesta de Tanafos, el segundo cortometraje de este país de Oriente Medio que concursa en esta edición, tras Gray Umbrella. Dirigido por Farshid Ayoobinejad, dicha obra ha cautivado al público con una historia que habla de derechos humanos, de discapacidad, de crisis económica, de salud mental y de desahucios. Todo arranca en una fábrica de piedra cuyos trabajadores carecen de atención médica y deben esconderse en una habitación oscura y pequeña cada mes cuando llega el agente de seguros.
La última ruta culpable sigue con triplete madrileño. La Noria (Carlos Baena), un drama de horror mudo y psicológico que narra la historia de un niño al que le gusta dibujar y montar norias de juguete y que topa con unas criaturas extrañas que le cambian la vida. Se unen a la parrilla El Jarrón, de Rubén Tejerina, una comedia sobre la crisis y la muerte que transcurre en un cementerio; y Eat your principles, de Ana García Rico. Rodada en Reino Unido, esta historia a caballo entre el cine negro y la comedia pone el foco en Phil, un viejo huraño tristemente famoso en la impoluta urbanización de Maplefields por su comportamiento antisocial y el estado deplorable de su propiedad. Un día, un pato comienza a seguirle y le hará ver el mundo a través de otros ojos.
Con otra apuesta de cine negro, esta vez con tintes de ciencia ficción, Etiqueta negra, despedirá oficialmente Cineculpable su Sección Oficial. David Vergés firma esta historia de amor y máscaras. La que protagonizan Erik, un cobrador del turno de noche de una gasolinera solitaria, y Álex, una clienta que la frecuenta con asiduidad.
Con estas siete últimas propuestas de cine en pequeño formato, el festival encara su recta final. La que culmina este viernes con la entrega de 7.800 euros en siete categorías: Mejor Cortometraje (3.000 euros), Premio Manuel Villarreal (1.500 euros), Premio del Público (900 euros), Mejor Dirección (600 euros), Mejor interpretación masculina y femenina (600 euros cada premio) y Mejor Corto en Valenciano (600 euros).