CASTELLÓ. La covid-19 no ha sido perjudicial para todo el mundo. Al menos así es en el sector agroalimentario. En concreto, a uno de los gigantes valencianos del ramo, Citri&Co, el inicio de la pandemia le llevó a facturar 90 millones de euros más (+24%) que en el ejercicio anterior. Así, de los 367 millones de euros que ingresó en la campaña 2018/2019 pasó a 456 en el ejercicio fiscal que cerró el 31 de agosto de 2020. Un año antes, el primero tras la integración de Río Tinto, las ventas ya dieron un primer salto relevante hasta los 320 millones.
Las cuentas consolidadas del grupo radicado en Almassora no dan información sobre las razones del crecimiento, pero es obvio que las mejores cotizaciones de la fruta en la recta final de la campaña, a raíz de la declaración de la pandemia, tienen buena parte de culpa. Eso, y la integración de la firma marroquí Sun Pack, con la que se hizo el 11 de octubre de 2019, tal y como ya informó este diario. Para ser exactos, entonces se hizo con el 75% del capital social de la compañía norteafricana por 1,73 millones de euros, recogen las cuentas actuales.
Con ello, el conglomerado que tiene como origen la compañía castellonense Martinavarro, agrupa ya un buen puñado de empresas. Las que tienen que ver con la explotación y comercialización agrícola son Ecosenses 2; Agrimarba 2; Organic Citrus; Aldebaran Fields y Yan Success. En cuanto a la manipulación y comercialización de cítricos, además de Martinavarro, forman parte del grupo Río Tinto Cítricos, Perales y Ferrer (por las que pagó casi 70 millones), la citada Sun Pack y Mcitrus BV. En cuanto a actividades de investigación y desarrollo de cítricos está integrada Carpa Dorada; Ebransar tiene como objeto la tenencia de participaciones; y a la compraventa y arrendamiento, excepto financiero, de bienes inmuebles se dedican Cítrico Real Estate; Rio Tinto Real Estate; y CG Indusvest.
Con ello, Citri&Co cuenta actualmente con seis centros de manipulación de fruta en Villalonga (Valencia); Río Tinto (Huelva); Bigastro, Orihuela y Albatera (Alicante); y Marrakech (Marruecos) que se dedican a comercializar "una parte relevante de los productos" del grupo, muchos de ellos previamente manipulados en los centros de la mercantil Greenmed (antigua Martinavarro) ubicados en Sollana, Xeraco, Almassora y Cartaya (esta última en Huelva).
De este perímetro de integración no forma parte Frutas Esther, con la que Citri&Co se abrió a la fruta de hueso y amplió así su abanico de producto. En octubre de 2019, tal y como informó el fondo Miura, principal propietario del grupo con origen en Almassora, este compró una participación de la firma murciana y ahora se ha sabido que en concreto se hizo con el 49% de la misma, para lo cual abonó 42,4 millones de euros, 30 de ellos en efectivo y el resto a través de una aportación no dineraria para pagar deudas de Frutas Esther a través de una ampliación de capital. La compraventa se materializó, de forma equitativa, a través de las sociedades dependientes Yan Success y Aldebaran Fields.
La actividad de Frutas Esther no forma parte de los ingresos y gastos de las cuentas consolidadas del grupo, aunque estas sí incorporan el resultado de dicha sociedad desde el 1 de enero de 2020. Y el desembolso dinerario por la firma murciana está sin duda detrás de que Citri&Co pasara de ganar 3 millones de euros en la campaña 2018/2019 a perder 4,7 en la 2019/2020.
Como es lógico, también los gastos de personal contribuyeron -al aumentar de 24 a 32 millones de euros- debido a que la plantilla media del grupo creció en 87 personas hasta las 1.077, con picos mayores en el momento álgido de la campaña citrícola. No en vano, más de la mitad de su plantilla (exactamente el 57%) es temporal.
En cuanto al reparto accionarial, hay tres grandes propietarios de Citri&Co: dos ramas del fondo Miura (Fruition y Frutas) copan casi el 60% del capital social, mientras Citrusvest, propiedad de Joaquín Ballester e hijos, una de las ramas fundadoras de Martinavarro, mantiene el 15% de participación. Del resto de accionistas las cuentas no ofrecen información. Al 31 de agosto de 2019, los socios personas jurídicas con más del 10% de las acciones eran Agrihold, Miura Fund II y Cartera de Inversiones Dularra, con un 21,29%, 17,81% y 15,19% de participación, respectivamente.
El cambio es sustancial y en él sin duda tiene mucho que decir el reparto de dividendos realizado en el ejercicio 2019, que fue de 50,6 millones de euros con cargo a la prima de asunción.