Agronostrum, el Grupo Llusar Torres y Artanfrut se ofrecen para recolocar a empleados de Cítrics de Nules

5/10/2023 - 

CASTELLÓ. Marchan las negociaciones para clarificar las condiciones de las indemnizaciones para la plantilla de empleados afectados por el cierre de Cítrics de Nules. La cooperativa anunció a finales de agosto la presentación de un concurso voluntario de acreedores dada su complicada situación financiera y de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Un mes después, las conversaciones entre los representantes de los trabajadores y la empresa bajo la tutela del administrador concursal parece que dan sus frutos y están a punto de cerrarse mientras hay compañías que se han ofrecido a recolocar a algunos empleados como Agronostrum, el Grupo Llusar Torres o Artanfrut.

Así al menos lo expresaban fuentes presenciales del último encuentro, celebrado este mismo miércoles, que calificaron el ambiente negociador de "muy positivo" y constructivo, centrado en cuantificar las indemnizaciones que percibirán los trabajadores afectados por el ERE y que se circunscribirían a lo marcado por la normativa para los casos de este tipo con causa objetiva: 20 días al año con un tope de 12 mensualidades. Con todo, algunas fuentes subrayaron la intención de que se haga lo "más beneficioso" para los empleados.

Una vez suscrito el acta de finalización del período de consultas y el acuerdo -algo que podría materializarse la próxima semana-, el administrador concursal deberá acreditar cuáles son las indemnizaciones definitivas para que sean comunicadas al juzgado y al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), que es el organismo que deberá abonarlas. En total, el cierre de Cítrics de Nules supondrá la pérdida del empleo para 1.043 personas.

Según fuentes sindicales, "hay un clamor e intranquilidad por parte de la plantilla porque van pasando los días y a estas fechas ya estarían incorporados a su puesto de trabajo, pero ahora todavía no tienen la indemnización". Si bien confirmaron la voluntad de todas las partes para acelerar los trámites lo máximo posible para dar certidumbre a los empleados afectados. El colectivo de manipulado está conformado en un 95% por mujeres (encajadoras, triadoras o rajadoras) y el colectivo de recolección de naranja corresponde a hombres en ese mismo porcentaje.

En ese sentido, y dado que la cooperativa no ha hecho el llamamiento a la plantilla para incorporarse en el inicio de campaña, explicaron dichas fuentes, es compatible la contratación por otras empresas, y se habría abierto la puerta a la posible recolocación de algunos trabajadores en otras compañías del ramo, como Agronostrum, el Grupo Llusar Torres o Artanfrut. Las firmas habrían ofertado al menos 150 puestos de trabajo en total para diferentes tareas: recolección, manipulado, etcétera. Propuestas que se canalizarían a través de los canales de comunicación internos y las organizaciones sindicales para recabar interesados.

Con todo, el cierre de la cooperativa va más allá de sus paredes: no sólo es una cuestión laboral para sus trabajadores sino también un problema social en Nules y los municipios colindantes, para los que la noticia es un duro golpe económico y social debido a la pérdida de centenares de puestos de trabajos clave para la población. Por eso se está hablando con el Ayuntamiento, el SEPE y la Generalitat para intentar la recolocación de los empleados y otras vías como la formación.

Un concurso en marcha

El concurso de acreedores solicitado por la cooperativa y en el que se enmarca el ERE extintivo sigue su curso. Tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) hace poco más de una semana, los acreedores tienen las instrucciones para comunicar el dinero que se les adeuda. La estimación total que maneja la compañía es de unos 21 millones de euros, de los que la mayoría correspondería a entidades bancarias.

Con todo, para saber el pasivo exacto, es preciso que los acreedores trasladen sus cálculos y que estos sean corroborados por el administrador concursal, quien realizará un informe con dos anexos, el inventario y el pasivo, que los propios acreedores podrán impugnar si están en desacuerdo, y que finalmente se presentará en el juzgado. Dada la gran dificultad para encontrar financiación por parte de la cooperativa, lo más probable es que el cese se convierta en la liquidación de la compañía.

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