CASTELLÓ. Ciudadanos teme que el Acord de Fadrell ponga "excusas" para no llegar a un acuerdo sobre el presupuesto del Ayuntamiento de Castelló con vistas a 2021. Una vez anunciado el pacto entre los tres partidos que integran el gobierno municipal (PSPV, Compromís y Podem-EUPV), ahora corresponde abordar la negociación con la fuerza liberal.
En este contexto, las declaraciones de la alcaldesa, la socialista Amparo Marco, acerca de un hipotético entendimiento con Cs se interpretan como una coartada que imposibilite finalmente alcanzar un entendimiento. "Una propuesta debe ir unida a una cantidad económica, concretada en números. Sin saber la cuantificación, no puedo decir si se aceptarán o no", señala en alusión al paquete de 15 medidas planteado por la formación naranja en la reunión del pasado 21 de diciembre como punto de arranque de las conversaciones.
En aquel encuentro, el concejal de Hacienda, David Donate, mostró la voluntad del tripartito de consensuar con Ciudadanos las cuentas municipales, pero sin ofrecer más garantías que reservar una partida económica con el propósito de incorporar esa batería de sugerencias. Un planteamiento que no terminó de convencer a la fuerza que lidera Alejandro Marín-Buck, entre otras cosas, "porque nosotros lo que queremos es tener el borrador para ver dónde se puede recortar y añadir lo que consideramos necesario", insisten fuentes del grupo municipal naranja.
Sin ese anteproyecto económico para estudiarlo y ante la reflexión de la primera munícipe respecto a cómo deben realizarse las propuestas, desde Cs existe cierto recelo a propósito del resultado final de las negociaciones iniciadas con el PSPV, principal socio del Fadrell, y con el que volverá a reunirse el próximo miércoles, 20 de enero, casi un mes después de la primera toma de contacto entre las dos formaciones políticas.
Ciudadanos insiste en que, de sus 15 demandas, las referidas al fondo covid, fiestas, mayores, vivienda y urbanismo (ZAS) son innegociables. Las mismas fuentes apuntan que "solo si hay compromisos firmes, seguiremos con la negociación". Es por ello que consideran esencial "tener el presupuesto para ver que está metido. La suma de la oposición no puede ser un cheque en blanco".
Aunque el Fadrell está conforme sobre el presupuesto, que se eleva hasta los 190 millones de euros (cifra récord), lo cierto es que para su aprobación en pleno todavía quedan varios trámites por completar, algunos de ellos farragosos. Con independencia de ese debate con Cs, sigue sin concretarse las estimaciones económicas de los tres Patronatos (Fiestas, Deportes y Turismo). Además, "hay que fiscalizar las cuentas con Intervención y los equipos técnicos", explica la primera munícipe.
Del mismo modo, se debe abrir el plazo para que los grupos de la oposición puedan presentar sus enmiendas. Y, por último, antes de entrar en vigor el proyecto financiero, resulta preceptiva una exposición pública con vistas a que asociaciones vecinales y otros colectivos tengan la oportunidad de formalizar alegaciones. Cabe recordar que en 2020 el presupuesto del Ayuntamiento (180 millones de euros) se hizo realidad a principios de agosto, ya que diferentes imprevistos provocaron un considerable retraso, teniendo en cuenta los precedentes.