CASTELLÓN. La vicealcaldesa de Castellón, Ali Brancal, investigada por presunta malversación a raíz de una querella del PP, se sitúa a un paso del cese. Si los grupos mantienen sus posiciones, el pleno del próximo día 20 aprobará la aplicación del Código de Buen Gobierno y, por tanto, la despojará de sus funciones. A pesar de ello, Compromís se mantiene firme: no piensa apartar a Brancal antes del pleno pese a la amenaza de cese y ve "muy poco probable" su dimisión. Según sostienen, su continuidad es cuestión de "coherencia" y "responsabilidad".
La Comisión de Gobierno Abierto y Participación celebrada este jueves ha aprobado elevar al pleno de la próxima semana el dictamen que propone el cese de la vicealcaldesa, con los votos a favor de PSPV, PP y Ciudadanos (Cs) y el rechazo de Compromís y Castelló en Moviment (CSeM). La propuesta plenaria plantea aplicar el Código de Buen Gobierno a la edil investigada por presunta malversación. El caso surgió a raíz de una querella presentada hace meses por el concejal popular Juan José Pérez Macián por el supuesto envío de papeletas electorales de Compromís en 2014 a través del servicio de correo municipal.
El portavoz socialista en la comisión, Toni Lorenzo, ha explicado que el voto de su grupo ha sido favorable porque suponía, simplemente, trasladar al pleno la propuesta, sin entrar en su contenido. "Hemos dado un sí a la presentación de ese dictamen, lo cual no condiciona el voto que posteriormente tendremos en relación con esa propuesta", matizaba el edil.
No obstante, tal y como se preveía, ha apuntado a la abstención el día 20, lo que supondrá dejar caer a Brancal: "Hemos mantenido una postura de entender las circunstancias que concurrían en este tema, pero también de respetar los plazos que tiene la vicealcaldesa para defender su postura [...], tenemos que seguir hablando al respecto, pero en los últimos días hemos hablado de una posible abstención", señalaba Lorenzo.
En la casa consistorial se multiplican las voces que apuestan por una dimisión o un cese de Brancal antes del pleno para evitar alargar la crisis ante un desenlace cada vez más evidente. Incluso la alcaldesa, Amparo Marco, invitó este miércoles a la número dos del Ejecutivo local a dar el paso.
Sin embargo, en Compromís se resisten a sacrificar a su edil. "Respecto a la posibilidad de dar un paso a un lado o no antes del pleno, creo que conociendo a la vicealcaldesa, Ali Brancal, y conociendo la postura de Compromís, es muy poco probable", ha afirmado el portavoz de la coalición y presidente de la comisión, Ignasi Garcia, quien, no obstante, no se atreve a descartar rotundamente la dimisión.
Dos son los argumentos por los que rechaza el cese: por "coherencia" y por "responsabilidad". Por un lado, considera que no deben abandonarse las responsabilidades de gobierno "por las meras acusaciones de un particular, en este caso, el señor Juanjo Pérez", sino "cuando haya un encausamiento formal de un juez y un fiscal". "Si diéramos ese paso ahora estaríamos siendo incoherentes con nuestro planteamiento", asevera Garcia.
Por otra parte, cree que una renuncia ahora sería "muy irresponsable porque todo este padecimiento que está teniendo el gobierno de la ciudad de Castellón tiene una finalidad positiva y es que los grupos políticos votarán y decidirán cuál es la línea ética que se ha de aplicar". En definitiva, el portavoz de Compromís, considera que la dimisión de Brancal "no sería ni coherente con su postura, ni responsable con el gobierno".
Garcia ha aprovechado también para lanzar un dardo a la alcaldesa de Castellón, afeándole su "cambio de opinión" respecto a Brancal, pues "la situación de la vicealcaldesa no ha cambiado desde el mes de febrero hasta ahora", recuerda.
Es consciente del más que previsible resultado del pleno: "Será triste, pero seguramente el Código de Buen Gobierno se aplicará no por unanimidad, sino por la decisión de una mayoría". Aún así, tienen previsto reunirse con sus socios de gobierno para intentar acercar posturas de cara al día 20.
En la recta final de lo que el propio Garcia, parafraseando al edil popular Vicent Sales, ha calificado de "sainete", Compromís traslada ahora el foco del debate y lo centra, no en el cese de la vicealcaldesa, sino en el listón ético por el que los miembros de la corporación han de apartarse del cargo.
El dictamen que se elevará al pleno propone "aplicar" a Brancal el Código de Buen Gobierno -es decir, la retirada de sus funciones- e instar a la alcaldesa y a la Junta de Gobierno a ejecutarlas. Además, plantea que estas medidas se adoptarán hasta el archivo de diligencias o sobreseimiento, e insta al juzgado que investiga el caso a proceder con la máxima celeridad, para determinar "a la mayor brevedad, bien la desimputación, bien la apertura de juicio oral".
Pese a lo que reza la propuesta que se elevará a pleno, el portavoz de Compromís insiste en recordar a los grupos municipales que lo que se decidirá es el momento procesal en el que se sitúa el listón ético, centrando el debate en el propio código aprobado por unanimidad en abril de 2015. Es más, asegura que la votación del próximo día 20 creará "un antecedente". "A partir de ahora si hay otro regidor que se encuentre en la misma situación, no hará falta una votación en el pleno porque el pleno ya habrá discernido", sentencia Garcia.
En este sentido, ha mandado un mensaje al resto de grupos: "Creo que votaremos pensando en qué nos aplicaríamos a nosotros mismos y cuál es la exigencia que vamos a hacernos a nosotros y a nuestro partido [...], si algún miembro de esta corporación vota porque es Ali Brancal y votaría diferente si fuera otra persona, se lo debería hacer mirar [...]. Es verdad que es la primera a la que se le aplicará, pero la línea ética queda dibujada para todos los miembros de la corporación".
Respecto al acuerdo de gobierno, el portavoz de Compromís ha reiterado que el Pacte del Grau no corre peligro. "No se romperá, estoy convencido, por ninguna circunstancia y menos por una cuestión como esta", asegura Garcia, y añade que aunque sus socios de gobierno no compartan la misma visión del código ético, "hay otras cuestiones que también son importantes" y en las que "sí hay acuerdo y hay que seguir trabajando".
El concejal del grupo popular y representante en la comisión de Gobierno Abierto y Participación, Vicent Sales, ha recordado que "la alcaldesa Amparo Marco podría haber ahorrado el sainete en el que ha convertido el consistorio si hubiera destituido hace seis meses a su vicealcaldesa, Ali Brancal, como manda el Código de Buen Gobierno, ya que está investigada en sede judicial en un caso de corrupción".
"Las líneas rojas están bien claras y definidas. No hay que interpretar. Hay que aplicar. Y por eso no entendemos que se pueda plantear la posibilidad de abstenerse o negarse a aplicarlo, porque insistimos en que se podría incurrir en una irregularidad. Esperamos que, al igual que ha ocurrido hoy [por ayer], el sentido común se imponga en el PSOE y apliquen cuanto antes el Código de Buen Gobierno", concluye el concejal popular.
Para Sales, el hecho de someter el cese a votación del pleno es una "estrategia para repartir cargas y no molestar a sus socios de gobierno que se aferran al cargo", porque el código ético se puede aplicar directamente e, insiste, es la alcaldesa la que debe ejecutarlo.
En la misma línea se ha pronunciado el portavoz adjunto de Ciudadanos, Vicente Vidal, quien asegura que "la situación de Brancal es la crónica de una muerte anunciada". Según el edil de la formación naranja, la de este jueves "ha sido una comisión tensa" y considera que "las competencias en el caso de Brancal son exclusivas y excluyentes de la alcaldesa".
En el extremo opuesto se sitúa Castelló en Moviment, el único grupo que se alinea con las tesis de Compromís. El concejal Iñaki Vallejo ha insistido en que el código ético habla de "imputación formal" y que esa no es la situación procesal en la que se encuentra la vicealcaldesa, por lo que han votado en contra de la propuesta de dictamen.