CASTELLÓ. Compromís vuelve a marcar distancias con su socio de gobierno en la Diputación de Castellón. En esta ocasión, a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). La fuerza valencianista deja solo al PSPV y se alinea con la oposición para sacar adelante una moción que reivindica los principales proyectos de la provincia y que no figuran como prioridades en las previsiones a corto plazo del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Desde los tramos pendientes de la A-7, pasando por la ejecución del acceso sur en tren al puerto y la plataforma intermodal vinculada, hasta la mejora del Cercanías o el pago de las desaladoras.
La decisión de votar a favor de la propuesta auspiciada por el Partido Popular obedece a dos cuestiones fundamentales. Por un lado, a la flexibilidad mostrada por la derecha a la hora de incorporar una enmienda de modificación de la coalición que lidera Ignasi Garcia (también otra de adición de Ciudadanos). Por otro, a la voluntad del propio portavoz de expresar en voz alta que su formación "muestra lealtad" con aquellas inversiones que "son necesarias para Castellón", subraya.
No es la primera vez, ni probablemente será la última, que Compromís se desmarca del PSPV. Sin embargo, sí que resulta significativo el diferente discurso esgrimido por cada uno de los representantes para defender las posiciones políticas. De hecho, esas argumentaciones constatan un divorcio, en realidad, alimentado desde Madrid. "Nosotros votamos con conciencia y no hacemos como el bipartidismo y sus sucursales que, dependiendo de si gobiernan o están en la oposición, son reivindicativos o complacientes", señala Garcia.
En este contexto, el diputado valencianista pone encima de la mesa el doble juego de los socialistas con las desaladoras, "proyectos reclamados por los alcaldes" pero que se difuminan en el Senado al rechazar los parlamentarios del PSOE "una reclamación apoyada de forma unánime en la provincia".
Frente a este alegato, el portavoz del PSPV, Santi Pérez, acusa a Compromís de "incoherente" al respaldar una moción "poco realista y de paripé. El Partido Popular viene aquí a pedir a Sánchez que haga en uno año lo que no hizo Mariano Rajoy en siete. Lo que se plantea es un brindis al sol. No son reivindicaciones realistas", sentencia.
Ante esta división interna del equipo de gobierno, el PP trata de hurgar en la herida, cuestionando el talante conciliador del presidente, José Martí, quien en la moción debatida en el pleno de este martes solicitó al grupo popular que la eliminara del orden del día. "El consenso es votar que sí, no pedir que se retire. Siempre habíamos ido todos juntos, mostrando unanimidad, para ser reivindicativos de esta provincia", le afeó el diputado Vicent Sales.
La sesión, la ordinaria del mes, también tuvo otro episodio llamativo cuando el Partido Popular se quedó solo con su moción sobre la rebaja del Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Ni siquiera encontró amparo en Cs, que incluso criticó la propuesta, "porque no beneficia a los autónomos, ni será una ayuda significativa para mejorar la viabilidad y la supervivencia de las empresas de Castellón", justificó el representante naranja, Domingo Vicent.
Durante la celebración del pleno, el bipartito dio cuenta del grado de ejecución del presupuesto de 2020 en el tercer trimestre, cumpliendo el objetivo de estabilidad presupuestaria exigido por el Plan Económico y Financiero (PEF). Al respecto, la Diputación terminará el ejercicio con su superávit de alrededor de 10 millones de euros y unos remanentes de 44 millones. Al menos, así lo destapó el PP, que escenificó una vez más sus desavenencias con el PSPV y Compromís en asuntos que exceden de las competencias de la institución.