El pleno de la Diputación dedica tres cuartas partes de su sesión al debate político nacional

CASTELLÓ. Las refriegas de la política nacional empiezan a apoderarse del debate en la Diputación de Castellón. Temas como la Constitución, el Poder Judicial, la monarquía o Cataluña no solo se cuelan en el argumentario de los cuatro partidos con representación en la corporación (PSPV, PP, Compromís y Ciudadanos), sino que además arrinconan los asuntos que atañen a la institución provincial de acuerdo con su ámbito territorial. Esa regresión en el discurso de unos y otros eleva el tono de la porfía y provoca rifirrafes que rompen el espíritu de consenso abanderado por el presidente, José Martí, pese a sus esfuerzos por recuperar la senda de la cordialidad.

Así se constató en la convocatoria plenaria de este jueves, en el que los portavoces de la primera fuerza de la oposición y de la formación valencianista, Vicent Sales e Ignasi Garcia, respectivamente, volvieron a protagonizar el enésimo encontronazo. En esta ocasión, por una moción del equipo de gobierno para instar al desbloqueo en la renovación de los órganos constitucionales. La alocución del segundo, que intervino en primer lugar siguiendo el turno de palabra establecido según el peso institucional (número de diputados), se convirtió en la excusa perfecta para que el primero, en realidad, ajustara cuentas pendientes.

El parlamentario popular, al que el líder de Compromís había llamado "el Núñez Feijóo de la Plana" en el pleno del 22 de septiembre, calificó de "fantasiosa" la perorata de Garcia. "Que el Rufián de la Plana nos esté dando lecciones democráticas tiene su aquel", añadió. La réplica de éste no se hizo esperar. "Señor Sales, el único Rufián de la Plana era el presidente del Partido Popular y de esta institución y acabó en Aranjuez y no en el Palau", le contestó. "Ha dicho que yo he hecho fantasía, cuando usted se ha dedicado a repartir aquí carnés constitucionalistas. Llevando discursos así no será el Feijóo de la Plana, sino que se quedará en la Ayuso de Castelló", le afeó para concluir.

El diputado del PP evitó seguir con el combate dialéctico, pero la tensión de la contienda puso en alerta a Martí, consciente de que la armonía que hasta ahora ha marcado las principales decisiones de la corporación comienza a sucumbir ante las subidas de tono derivadas de los debates nacionales. "Quiera resaltar que, más allá de estas discusiones, propias de instituciones democráticas, se han aprobado cuatro declaraciones institucionales. Pediría más un Vicent Sales de la Plana y Castelló, que lo necesitamos, y un Ignasi Garcia de la Plana y Castelló", aseveró para rebajar la tensión.

Cruce de reproches

Y es que el pleno dedicó tres cuartas partes de su sesión a polemizar sobre cuestiones que incumben a las direcciones de los partidos en Madrid. Por ejemplo, la moción presentada por el PP, instando al Gobierno de España a defender el orden constitucional, terminó en un cruce de reproches sobre la apropiación de símbolos e instituciones. También hubo alusiones al independentismo y a lo que la derecha definió como "golpe de Estado" en Cataluña el 1 de octubre de 2017. Tampoco faltaron las críticas cuando se aprobó la propuesta popular sobre los Cercanías y que se sometió a votación en los primeros puntos del orden del día.

En definitiva, la crispación fue en aumento conforme avanzó la sesión, siguiendo el guion de convocatorias precedentes. Esa irritación corroboró que solo en materias de índole doméstico existe anuencia entre las cuatro formaciones. Todo aquello que trasciende de lo competencial se traduce en división.