CASTELLÓN. Constructoras estatales de primer nivel se han interesado ya por las obras del PAI Golf Sant Gregori de Burriana, que recorre estos días sus últimos pasos antes de recibir el visto bueno definitivo para proceder a la materialización del proyecto. Según ha podido saber Castellón Plaza, representantes de compañías como Eiffage Energia, FCC, Pavasal, Bertolín o Becsa se han puesto en contacto con los promotores del Plan de Actuación Integrada de la localidad de la Plana Baixa, que prevé la ejecución de 6.000 viviendas y un campo de golf en sus 2,5 millones de metros cuadrados.
Eso sí, todos han recibido la misma respuesta: las obras saldrán a licitación, por fases, una vez la empresa promotora, Highend Real State, formada por dos socios de Castellón y uno de Valencia, obtenga la condición de agente urbanizador. A este respecto, el Ayuntamiento ya ha mostrado su predisposición después de retirar esta calificación a los antiguos propietarios de la compañía, que se encontraba en concurso de acreedores. La restitución como agente urbanizador se podría dar, señalan fuentes conocedoras del proceso, en un pleno extraordinario del Ayuntamiento de Burriana a finales de este mismo mes o en el ordinario de abril.
Para avanzar hacia ello, la empresa acaba de realizar una transferencia por valor de 40.000 euros al consistorio burrianense, de forma que este contrate servicios técnicos externos con los que agilizar la tramitación de las diferentes fases de ejecución de las obras. Asimismo, también acaba de presentar los avales por el campo de golf y las tasas de urbanización de los propietarios, que ascendían a 6 millones de euros, pero que, al presentar un acuerdo con los propietarios, se han reducido sensiblemente. Con estos avances, la llegada del proyecto al pleno municipal para recuperar la condición de agente urbanizador está despejada.
Una vez la compañía urbanizadora recupere esta calificación, el consistorio prevé exponer el proyecto al público, para lo cual se prevé un plazo de un mes y, si no hay problemas relacionados, se podría proceder a la licitación de las obras, algo que se podría producir antes del verano.
En este punto es en el que deberán presentar sus ofertas las compañías constructoras interesadas. La primera licitación será la de las obras de urbanización, que ascenderán en torno a 85 millones de euros y se materializarán de una vez. A ellas habrá que sumar, en estos primeros momentos, la inversión en la materialización de las primeras viviendas.
De las 6.000 residencias que hay previstas en este macroproyecto de la costa castellonense, en un primer momento las previsiones de la empresa urbanizadora -que posee actualmente en torno al 22% del suelo edificable y prevé llegar a controlar en torno a un 30%- son las de ejecutar en torno a 200 ó 500 viviendas. Y, en función de la acogida que tengan, ir materializando el resto en diferentes fases.
Y es que, para la materialización de los 2,5 millones de metros cuadrados de que consta este PAI, desde la empresa prevén un plazo de ejecución de en torno "a 10 o 15 años".