VALÈNCIA. El Puerto de València no podrá dragar el banco de arenas submarino frente a las costas de Sueca y Cullera, de donde prevé extraer 2,6 millones de metros cúbicos de sedimentos para ser utilizados como material de relleno de su nueva terminal de contenedores. Esa es una de las 21 exigencias del informe "favorable con condiciones" de la Dirección General de Costas sobre la compatibilidad de la ampliación norte con la estrategia marina, que queda supeditada al compromiso de la APV a cumplir esas condiciones durante la ejecución de la obra.
La mayoría de las condiciones recogidas en el documento emitido por el ente dependiente del Ministerio de Transición Ecológica al que ha tenido acceso Valencia Plaza tienen que ver con los dragados previstos tanto en el Puerto de Valencia como en el Puerto de Sagunto para obtener los 21,3 millones de metros cúbicos de material que se necesitan como relleno de las 140 hectáreas de explanada y 2 kilómetros de línea de muelle de la futura terminal de contenedores
A grandes trazos, Costas le obliga a realizar nuevos análisis de material para garantizar que la arena obtenida en esos dragados no es adecuada para regeneración de playas, que es el uso prioritario para este tipo de material al que obliga la Ley de Costas.
Con todo, el presidente de la APV, Aurelio Martínez, consideró este martes que las condiciones que ha impuesto Costas son "razonables"y serán tenidas en cuenta durante la construcción del nuevo muelle de contenedores. Martínez destacó que su cumplimiento no impide desarrollar la obra en los plazos previstos y tan es así que, de hecho, la APV celebrará un consejo de administración extraordinario este mismo viernes para proseguir con la ampliación norte.
En principio, en esa reunión se otorgará definitivamente a TIL, perteneciente al grupo MSC, la concesión para construir y explotar la terminal de contenedores. El otorgamiento llega más de tres años después de seleccionar esa oferta, la única presentada, y después de que la APV se haya visto obligada a renunciar a algunos de los aspectos más controvertidos de la obra para evitar tener que someterse a una nueva declaración ambiental adicional a la que ampara estas obras, que se le concedió en 2007.
En concreto, se descartó el dragado marino de 350 hectáreas frente a El Saler para aumentar el calado del canal de acceso y la prolongación del dique de abrigo. Esos cambios obligaron a la APV a tener que recabar de nuevo el visto bueno de Puertos del Estado al nuevo proyecto constructivo de la obra civil que debe realizar la propia APV, que costará al menos 542 millones de euros.
Tras ello, la APV solo estaba pendiente de recibir el informe de compatibilidad con la Estrategia Marina en respuesta a su solicitud para que Costas indicase si considera que alguno de los materiales a dragar debe ser usado para su aporte a playas. Este informe es preceptivo antes de poder licitar las obras, algo que Martínez pretende hacer a principios de 2023 previa autorización en el consejo de ministros al superar la obra los 12 millones de presupuesto.
El documento fija una serie de condiciones, 21 en total, que deberán llevarse a cabo para que la actuación sea "plenamente compatible con el contenido de la estrategia marina". Entre ellas están el cumplimiento por parte de la APV de todas las medidas preventivas y protectoras descritas en la documentación aportada y la prohibición de extraer áridos para la construcción porque su uso preferente "debe ser siempre la regeneración de playas". "Deberá destinarse a este fin todo el material que sea considerado apto por esta Dirección General", refleja el informe.
Respecto al dragado de material de préstamo previsto en el banco de arenas submarino al sur del Puerto (frente a las costas de Sueca y Cullera), el polígono analizado por el proyecto de extracción "posee un espesor de la capa de finos tan pequeño que no es técnicamente posible dragar únicamente la parte de finos sin arrastrar arena". "Por lo tanto, se solicita que, de esta zona, no se realice ningún tipo de extracción de material para la ampliación del puerto. Sin embargo, hay más polígonos en el yacimiento no estudiados que, tras su estudio, pudieran servir para el proyecto", añade Costas.
Según el proyecto constructivo, la APV prevé destinar el material dragado en los puertos de Sagunto y de Valencia al relleno y construcción de las nuevas infraestructuras de la ampliación norte porque no lo considera apto para la regeneración de playas.
Sin embargo, Costas considera que para descartar la validez de ese material en la regeneración de playas la APV debe realizar una caracterización del mismo conforme a los los criterios exigidos por la Instrucción Técnica para la Gestión ambiental de las extracciones marinas para la obtención de arena (ITEA), algo que no figura en el proyecto.
"Analizados los estudios realizados en la zona, consideramos que no son suficientes para caracterizar adecuadamente el material que se pretende extraer. Será necesario realizar el estudio en la zona que se pretende dragar, y a la profundidad a la que se pretende dragar, para obtener una caracterización del material correcta", concluye el informe de Costas.
Otra de las condiciones respecto a la ejecución de la obra exige tomar todas las medidas adecuadas para "garantizar que no se va a producir ningún tipo de contaminación, vertido o colocación de materiales y sustancias fuera de aquellos definidos como necesarios para la obra, o llegada de basuras al medio marino".