CASTELLÓ. La convivencia interna en Ciudadanos Castellón resulta una misión imposible. En cada convocatoria orgánica, independiente del foro, se palpa la tensión pese a las apariencias. Cualquier gesto levanta suspicacias. Ese recelo aumenta a medida que avanza el calendario y se atisba en el horizonte el maratón electoral de 2023. La vaguedad sobre los candidatos, especialmente en el ámbito más doméstico, supone un caldo de cultivo para la disensión.
En este punto, la conducta mostrada por la coordinadora provincial, Cristina Fernández, la semana pasada en su visita a las fiestas de la Magdalena ha enervado al grupo municipal de la capital de la Plana. Vicente Vidal (portavoz), Esteban Ventura y Mari Cielo Leiros ostentan las concejalías.
Los tres ediles interpretan la actitud exhibida por la benicense en los distintos actos como desaires en busca de protagonismo para posicionarse como futura alcaldable, ante las escasas posibilidades de repetir como cabeza de lista en su municipio por falta de apoyos internos. Ese errático comportamiento ha puesto incluso en alerta a la junta directiva de la agrupación local.
No obstante, a Fernández apenas le quedan afines en el colectivo de Castelló. De hecho, la gran mayoría abandonó el partido hace un año tras el proceso de primarias. La derrota sufrida por Lamberto Sánchez, que contaba con el favor de la coordinadora provincial, derivó en un sinfín de bajas, ya que el sector opositor a la facción continuista nunca aceptó de buen grado el resultado.
Esa fuga se precipitó cuando el Comité de Garantías dio por válida la victoria de Juan José Povedano, sin entrar a valorar las denuncias presentadas por unos y otros durante el proceso. El adelgazamiento de la militancia permitió cerrar filas, minimizando el riesgo de injerencias interesadas.
Ante la ausencia de respaldo por parte de la militancia, la agrupación local teme que ahora la benicense impetre el aval de Valencia (o Madrid) para imponer su candidatura. Algo que ocurrió en el pasado con Jesús Merino, hermano de la actual Síndica en Les Corts, Ruth Merino. El neurocirujano logró el amparo de la dirección regional después de filtrarse infinidad de posibles alcaldables. Hasta trascendió el nombre del presidente del CD Castellón, Vicente Montesinos.
Sin embargo, la candidatura del ahora director médico del Hospital Vithas Castellón no llegó a prosperar y murió en la orilla. Casi sobre la bocina Ciudadanos Castellón, con la entonces secretaria de Organización, Sandra Julià, al frente, tumbó aquella lista para presentar otra liderada por Alejandro Marín-Buck, que previamente había sido pactada con la junta local de la ciudad. Un disparate que marcó la campaña electoral de la formación liberal y que no se quiere repetir en 2023.