CASTELLÓ. El Acord de Fadrell se la juega este sábado: o se produce un acercamiento o la alianza progresista tiene los días contados. La reunión de urgencia convocada por el PSPV, a raíz de las declaraciones del portavoz de Compromís, Ignasi Garcia, se vislumbra clave para la continuidad del tripartito en el Ayuntamiento de Castelló.
La tirantez entre socialistas y nacionalistas ha llevado a tal callejón sin salida que solo cabe un camino para salvar el pacto de izquierdas: la introspección desde la "lealtad y el respeto", como defienden algunos de los agentes implicados. El ejercicio de reflexión, empatizando con el socio de enfrente, condena a unos y a otros a entenderse. Eso sí, siempre que exista una voluntad compartida por todos de continuar adelante con el actual acuerdo de gobernanza.
Fuentes próximas a la comisión de seguimiento del Fadrell sostienen que el guión de la cumbre en la sede del PSPV tendrá dos partes bien diferencias: una destructiva y otra constructiva. En la primera, habrá un duro cruce de reproches y críticas por los episodios vividos en los últimos días.
En este intercambio de golpes la delegación socialista, que escenificará su mayor peso institucional con un número superior de representantes respecto a citas anteriores (hasta ahora siempre eran cuatro, por otros tantos miembros nacionalistas y dos de la confluencia), preguntará abiertamente al grupo valencianista si realmente aspira a seguir en el equipo de gobierno y cuáles son sus aspiraciones políticas en esta legislatura.
Las mismas fuentes consideran que la tensión será máxima en este punto de la reunión. Sin embargo, existe el convencimiento de que la 'sangre no llegará al río', de manera que, después de las recriminaciones, tocará 'enterrar el hacha de guerra' para aportar soluciones, tomando con referencia la nueva propuesta del PSPV. En esta fase resultará imperativo escuchar las sugerencias de cada lado de la mesa para, así, sentar las bases de un documento de consenso que permita recuperar la confianza pérdida.
Podem-EUPV insistirá en su oferta de llevar las riendas de la coordinación del Acord de Fadrell en los dos instrumentos que contempla el programa de gobierno: órgano de coordinación y la comisión de seguimiento. No obstante, ante esa necesidad de abordar la crisis con amplitud de miras, contemplará otras alternativas en el caso de que las planteen el resto de los socios.
Más allá de las divergencias expuestas públicamente por el PSPV y Compromís a consecuencia de la ruptura, todas las partes están de acuerdo en una cosa, esto es, "en no romper el pacto", como recuerda el secretario de la agrupación local socialista, Paco Gil. Y a esa máxima se aferran los tres partidos políticos.
