CASTELLÓ. Las medidas 'antidumping' impuestas por la Comisión Europea en febrero a las baldosas cerámicas indias y turcas no consiguen frenar la entrada de azulejo de estos países a la Unión Europea. De hecho, y según los datos de Euostat, las importaciones de azulejo indio han aumentado un 60% en el primer semestre de 2023 respecto al mismo período de 2022. "Hemos visto que las importaciones, especialmente de la India, han aumentado significativamente, lo que está sometiendo a la industria a una presión cada vez mayor", señalan desde Cerame-Unie.
De enero a junio de 2023 la Unión Europea ha importado casi 23 millones de metros cuadrados de azulejos procedentes de India frente a los 14,5 millones de m2 que importó en el mismo período de 2022. Todo ello, en un contexto en el que la demanda europea de azulejo español no deja de caer. "Los exportadores indios están mostrando un comportamiento agresivo en el mercado europeo y no parecen haberse visto afectados por los aranceles", manifiestan desde la asociación.
Desde la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) ya señalaron, y reiteran, que las tasas aplicadas a India y Turquía eran "bajas". Cabe recordar que la Comisión aprobó aplicar unos aranceles del 6,7 % al 8,7 % para las baldosas cerámicas de la India y del 4,8 % al 20,9 % para las turcas. En Ascer aseguran que desde la industria europea seguirán "vigilando" si el volumen de las exportaciones indias a Europa sigue aumentando y a qué precios. "Si los exportadores indios son capaces de absorber el arancel impuesto y seguir vendiendo a precios muy bajos, de dumping, se pueden valorar otros procedimientos de defensa comercial", apuntan desde la patronal española.
Tanto la industria cerámica india como la turca no dejan de ganar músculo y en el caso de la India ya ha superado en volumen de ventas a Tile of Spain en mercados tan importantes como el estadounidense. El pasado mes de febrero el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, ya manifestó que estos países les estaban quitando mercado en EEUU, en África o en Oriente Próximo compitiendo con reglas distintas por lo que era necesario "ponerle barreras al menos al trozo de campo que está más cercano a nosotros" (en referencia a las medidas antidumping).
Para Cerame-Unie, precisamente la competencia desleal en el mercado único de la UE y en terceros países es una de las principales amenazas que afronta la industria cerámica europea. "Los productores de baldosas cerámicas de la UE están sujetos a estrictos requisitos laborales y medioambientales que no tienen los productores de terceros países. Por ello, es esencial mantener la igualdad de condiciones en el mercado y contrarrestar las distorsiones comerciales, como el dumping ilegal o las subvenciones", afirman.
Además de India y Turquía, otro de los grandes productores de cerámica que supone una amenaza para la industria europea es China. El gigante asiático es el mayor productor de azulejos del mundo y su regulación laboral y ambiental -mucho más laxa que la europea- le permite competir de forma desleal con los productores de la Unión. Es por ello que, tras caducar en noviembre de 2022, la industria cerámica europea solicitó a la Comisión la ampliación de los derechos antidumping contra China. Desde Cerame-Unie explican que "la Comisión Europea está llevando a cabo la investigación y la industria ha cooperado en el procedimiento demostrando que las medidas son necesarias para evitar la reaparición del perjuicio para los productores de la UE. Se espera una decisión final para finales de año".
Desde Cerame-Unie alertan que a este escenario de competencia desleal de terceros países se suma que la industria cerámica europea "ya está inmersa en una senda de descarbonización, pero sin el apoyo concreto de las autoridades europeas y nacionales". Lo que según la asociación provoca "un riesgo real de desindustrialización de Europa". "Ya estamos viendo tendencias preocupantes en algunos otros sectores que consumen mucha energía", señalan. "Además, la crisis energética y la elevada inflación han repercutido en la demanda de nuestros productos tanto en Europa como en terceros países, estamos asistiendo a una ralentización de los sectores de la construcción en muchas regiones y esto podría tener un efecto negativo a medio plazo".