295.000 EUROS para los negocios tradicionales 

El ayuntamiento duplica su presupuesto para paliar el cierre de comercios en la ciudad

20/10/2018 - 

CASTELLÓN. El pequeño comercio en la ciudad de Castellón no acaba de levantar cabeza. El cierre de locales en zonas como el Raval de la Trinitat preocupa a los vecinos, que ven cómo sus barrios pierden vida al cesar la actividad comercial. En un intento por contrarrestar la situación, el Ayuntamiento de Castellón ha redoblado el esfuerzo presupuestario para amortiguar el efecto de la crisis, hasta duplicar la partida destinada a esta área en los tres últimos años. Así el consistorio ha pasado de los 145.000 euros en 2015 a los 295.000 en este ejercicio. 

Este incremento se materializa en programas y actividades diversas con el fin de dinamizar el sector. A lo largo del año se realizan más de 50 eventos comerciales, directamente organizados por el departamento de Comercio o bien a través de colaboraciones con otras entidades. Entre ellos, destacan las campañas de animación en todos los distritos, las campañas de fidelización en los mercados municipales y actuaciones concretas en fechas clave como Navidad o el Black Friday.

El ayuntamiento destaca también el plan de formación comercial que se desarrolla de marzo a octubre, "un programa de cursos dirigidos al comercio y que responden a las inquietudes que muestra el sector".

Además, con el objetivo de analizar los problemas a los que se enfrentan los comerciantes y buscar soluciones, se ha puesto en marcha el Congreso de Fomento del Comercio, una cita anual que reúne a profesionales, empresarios, técnicos de instituciones y agentes sociales y económicos. Todo esto se complementa con diferentes ferias y mercados que a lo largo del año se reparten por la ciudad con la intención de dinamizar la actividad.

Reivindicaciones del comercio

Pese a los esfuerzos, el comercio sigue precisando ayuda. Y es que son múltiples los frentes abiertos. Recientemente, en un encuentro empresarial organizado por este diario en Castellón, el presidente de Confecomerç CV, Cipriano Cortés, hacía inventario de los agravios al sector. 

Para empezar, señalaba, la carga impositiva es mucho mayor en los comercios físicos que en los online, lo que deja en desventaja a las tiendas tradicionales. Considera, además, que no se está potenciando la singularidad del comercio autóctono y "nos encontramos las mismas tiendas en Madrid, Valencia o San Sebastián". "Necesitamos diferenciarnos", sentenciaba el presidente de la sectorial.

La falta de aparcamiento gratuito en el centro de la ciudad frente a las facilidades que presentan las grandes superficies como Salera o Estepark es otro de los caballos de batalla del comercio. Una reivindicación de difícil encaje si se tiene en cuenta que la ciudad, como la mayoría de capitales, tiende a la peatonalización y la restricción del tráfico rodado.

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