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el equipo de gobierno licitará en breve medidores para la calle barracas

El Ayuntamiento pide 'silencio' en las Tascas hasta la adjudicación de un nuevo chequeo acústico

9/10/2019 - 

CASTELLÓ. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló, sin eludir su responsabilidad, insiste en pedir la "implicación" de los hosteleros, clientes y residentes para rebajar los niveles de ruido en las Tascas. Ante las restricciones de la ZAS, que imposibilitan activar cualquier medida de protección, fuentes municipales reiteran que el compromiso y la voluntad deben ser compartidos por los agentes involucrados, ya que el acatamiento de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) afecta a todos por igual.

Ante la convocatoria en noviembre de una concentración bajo el lema Salvem les tasques, el Acord de Fadrell defiende la continuidad del modelo de ocio de las calles Barracas e Isaac Peral "en conciliación con el derecho al descanso".

En este contexto, la mismas fuentes recuerdan que impeler "una declaración de zona de tradición gastronómica supondría un incumplimiento" del fallo judicial. Esa desobediencia "cuestionaría la actual ZAS, que es el motivo que alega la resolución para impedir el consumo en la vía pública", excepto en veladores y terrazas.

La concejalía de Transición Ecológica recalca que su objetivo pasa, en primer lugar, por reducir el nivel de decibelios en las Tascas y, una vez se constate esa disminución, promover la figura de abrigo por su carácter singular.

Para verificar el descenso del ruido, el ayuntamiento licitará en breve nuevos medidores en la calle Barracas. Con esta adjudicación, se estará en disposición de realizar un seguimiento más exhaustivo sobre la evolución de la saturación acústica para conseguir indicadores óptimos durante un año ininterrumpidamente y, así, levantar las prohibiciones.

"Todos los atajos legales que promovió el Partido Popular en los últimos 11 años fracasaron", subrayan las mismas fuentes municipales, en alusión al inicio del litigio judicial a consecuencia de una denuncia de la plataforma Sense Soroll.

Disputas políticas

Los hosteleros lamentan que los grupos municipales siempre se han servido de las Tascas para buscar un reedito electoral. Desde prácticamente el comienzo del proceso judicial el interés por encontrar soluciones ha dependido de la coyuntura política. No en vano, consideran que se hubiera podido evitar la actual situación, que obliga a cumplir una sentencia que dificulta la supervivencia de sus negocios, como han venido advirtiendo en las últimas semanas a raíz de la noticia adelantada por Castellón Plaza sobre la aprobación del fallo en el pleno del 26 de septiembre.

El debate protagonizado por el tripartito y el principal partido de la oposición aquel día evidenció precisamente hasta qué punto se ha politizado un tema tan sensible y que preocupa no solo a los propietarios de los negocios, en particular, sino también a los castellonenses, en general.

Las Tascas se han afianzado como un punto de encuentro de jóvenes y menos jóvenes. Diferentes generaciones se entremezclan y disfrutan cada semana de un espacio de esparcimiento único en Castelló y que, además, se ha convertido en reclamo turístico. De ahí que los hosteleros estén convencidos de que la concentración convocada para noviembre resultará un éxito de participación.


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