CASTELLÓN. El Castellón más ofensivo de la temporada también es el que mejores números defensivos registra. La llegada de Óscar Cano al banquillo albinegro no solo ha permitido corregir la escasa proyección creativa del equipo, sino que ha cerrado las grietas que evidenciaba atrás, hasta el punto de no encajar gol en sus tres últimos compromisos y recibir uno solo en los cinco más recientes.
La racha de los tres últimos encuentros no es nueva esta temporada, pues ya ocurrió en tiempos de David Gutiérrez, cuando el Castellón dejó su puerta inmaculada de forma consecutiva ante Teruel, Cornellà y Atlético Levante. La diferencia es que entonces el equipo albinegro jugaba con el claro y casi único propósito de no encajar -empató a cero los tres partidos- y ahora lo hace con una vocación mucho más ofensiva.
De hecho, el Castellón de Guti evidenció muchas fisuras defensivas en posteriores encuentros. Recibió pocos goles, pero muy costosos y casi siempre por errores individuales o de organización. Este aspecto se ha enmendado con la llegada de Cano. Hay varias claves que explican esta mejoría:
Equipo más estructurado. La mayor coordinación entre líneas evita muchos de los desajustes evidenciados durante buena fase de la temporada. El equipo albinegro es reconocible, tiene claro lo que quiere y cree en lo que hace.
La vuelta de Regalón. El regreso del central tras superar su lesión ha sido fundamental para explicar la mejoría defensiva del equipo, pues los albinegros han podido jugar de nuevo con un central izquierdo y otro derecho, cosa que no ha ocurrido durante su ausencia al no disponer el equipo de un perfil diestro como repuesto. Desde que ha vuelto al equipo, hace tres jornadas, el Castellón no ha concedido ningún gol.
Las paradas de Campos. El meta valenciano ha dado puntos de oro al Castellón gracias a sus intervenciones. Si bien es un aspecto poco novedoso esta temporada, sí que es cierto que su actuación ha sido especialmente destacable en los últimos desplazamientos a Barcelona, Baleares y Vila-real.