Fotos: Antonio PradasCASTELLÓ. Que la crisis del coronavirus no es solo sanitaria no es ningún secreto... como tampoco las múltiples ramificaciones que tiene. Una de esas derivaciones tendrá además consecuencias en la futura asistencia médica en el Departament de Salut de Castelló.
Y es que la covid-19 ha provocado que la Conselleria de Sanidad se haya visto obligada a poner en stand by la reforma del servicio de Urgencias del Hospital General de Castelló. La obra, una necesidad arrastrada desde hace años en el centro de referencia de la provincia, era la gran actuación en materia sanitaria del territorio castellonense, y así había sido anunciado por la propia Conselleria, que detalló la aprobación del expediente de contratación y la licitación, por 4,2 millones de euros, de las obras el pasado mes de enero, para lo cual incluso lanzó un vídeo explicativo.
De hecho, los plazos de tramitación habían avanzado de forma inusualmente correcta para lo que suelen ser estos trámites administrativos, hasta el punto de que el 17 y 24 de febrero se abrieron los sobres 1 y 2 de las ofertas y a principios de marzo ya se conocía que diez empresas competían por las obras. Pero la suspensión de los procedimientos debido a la declaración del estado de alarma dejó sin vigor, a mediados de ese mes, la apertura del tercer sobre de las plicas, con la oferta económica, que debía decantar la balanza hacia una de las propuestas.
La reanudación de los plazos, en mayo, llegó acompañada de dos retrasos consecutivos de la fecha de apertura de este sobre 3, un trámite que finalmente debía celebrarse este mismo jueves 11 de junio. Y es que, mientras tanto, la gerencia del Hospital General redactó un informe, emitido el 25 de mayo, en el que solicitaba retrasar las obras.
En su informe, los rectores del principal centro sanitario castellonense recogen textualmente que, "dado el contexto actual de incertidumbre asociado a la pandemia" y, ante "la necesidad de tener una previsión de escenarios ante un posible rebrote (...) evitando el riesgo de infección y garantizando una asistencia de calidad", el Servicio de Urgencias del centro les trasladó "el temor de que no se puedan atender adecuadamente las urgencias durante la ejecución de las obras".
"Entendemos que la situación actual de incertidumbre aconsejaría aplazar al año 2021 el inicio de las obras en el Servicio de Urgencias y evitar, de este modo, una posible situación de colapso que impidiese atender con garantías las necesidades asistenciales en caso de un rebrote de la pandemia", concluyen en su escrito los responsables del Hospital General.
En vista de ello, el Servicio de Infraestructuras de la Conselleria de Sanidad ha decidido el desistimiento del procedimiento de licitación, ante lo cual las empresas concursantes tienen la posibilidad de recurso, algo altamente improbable dadas las razones sanitarias y preventivas sobre las que se basa la decisión.
En este sentido, desde la Conselleria señalan que analizarán la situación tras el verano "para replantear la obra". No en vano, el cambio en las circunstancias haría necesaria una nueva licitación, con todo lo que ello conlleva. A pesar de esto, el objetivo del gabinete autonómico de Sanidad es comenzar los trabajos, que tienen una duración estimada de dos años y cuatro meses y están financiados por los Fondos europeos Feder, "tan pronto como sea posible".
Durante la situación de crisis sanitaria se registraron casi 14 millones de contagios y más de 122.000 muertes, de las cuales un 8,65% se produjeron en la Comunitat Valenciana
