CASTELLÓ. La provincia ha pasado en tan solo unos días de ser una excepción dentro del negro panorama que la pandemia pinta en España a sentir el coronavirus como una seria amenaza para la convivencia y la salud de los castellonenses. No en vano, los centros sanitarios de la provincia ya perciben de cerca la presión, anímica y asistencial, que la covid-19 supone.
Los últimos datos de contagios, con un triste récord de 417 positivos en las últimas 24 horas, son una muestra. Pero quizás la demostración más palpable, aunque más desconocida, se encuentra en las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales. Las UCI covid del General de Castelló y de Vinaròs ya han alcanzado la cifra máxima de ocupantes, diez en el caso del centro sanitario de referencia en la provincia y siete en el del Baix Maestrat.
A raíz de ello, en los dos centros ya se ha activado el protocolo de ampliación de estas zonas "para tener disponibilidad de camas en pacientes covid y no covid", reconocen fuentes oficiales sanitarias. En el caso de Vinaròs, la ampliación es de cuatro camas en una primera fase, que pueden ser siete con las de la Unidad de Reactivación Post Anestésica (URPA). En el General de Castelló lo que se ha hecho es habilitar la UCI intermedia, hasta hace unos días dedicada a otros pacientes y que se ha vaciado y procedido a desinfectar.
Las fuentes oficiales evitan hablar de la capacidad de cada centro y señalan que las UCI "se comportan como una unidad única con gestión coordinada" en toda la Comunitat. En el territorio autonómico se pueden llegar a desplegar "hasta 965 camas de críticos que, después de la adquisición de 462 nuevos respiradores, podría llegar hasta las 1.200" camas extra, apuntan.
De momento, el único hospital que escapa a esta tendencia es La Plana. Con capacidad para seis pacientes de covid-19, por ahora están ocupadas tres camas. La dificultad en este centro puede venir derivada de la futura ampliación, que obligaría a suspender las intervenciones quirúrgicas. Y es que la UCI extra se debe implantar en la URPA y esto impediría las operaciones al no disponer de zona para reanimar a los pacientes.
Y la presión llega en el centro de Vila-real de la planta para albergar a pacientes de SARS-CoV-2, la 2D, en la que ya se han comenzado a doblar las camas en las habitaciones que lo permiten. Una vez el ala esté completa, habrá que evaluar dónde se ubican los nuevos pacientes de un virus que no cesa de extenderse por las comarcas castellonenses.