CASTELLÓ. Ni un solo día sin novedades en las obras de peatonalización de la avenida Lidón. El gobierno de Castelló ha cambiado de criterio y después de aprobarse en junta de gobierno que los huertos urbanos que colindan con esta avenida iban a servir como aparcamiento disuasorio (para suplir la pérdida de plazas a causa de la reforma), los planes ahora son otros distintos.
Pese a que los usuarios de estos huertos ya estaban avisados de que se les iba a buscar otra ubicación (así lo hizo el edil de Transición Ecológica, Fernando Navarro, a los interesados), el Fadrell ha optado por modificar el criterio: los huertos urbanos se quedan donde están y se buscará otra solución... Pero, ¿cuál?
El portavoz del equipo de gobierno, el socialista José Luis López, manifestaba que "tras escuchar a los vecinos y con la intención de buscar la mejor solución para todos" se están analizando "otras alternativas" como, por ejemplo, "reorganizar el sistema de aparcamiento en las calles del alrededor" a la propia avenida Lidón. Es decir, cambiar el sistema de aparcamiento en cordón por batería allí donde sea técnicamente posible para ampliar las plazas.
Una idea que han trasladado los vecinos y que "nos parece interesante" por lo que "hemos pedido a los técnicos que ofrezcan una solución". Estos cambios se introducirán, al igual que todos aquellos que sean viables, como por ejemplo el mantener los árboles que ahora mismo hay en el tramo de avenida paralelo al parque de Rafalafena.
Además, está proyectado eliminar la verja que protege todo el jardín para abrirlo a la ciudad y conectarlo a la zona peatonal "y se está estudiando dónde usar esta verja porque costó mucho dinero", ha advertido el concejal de Urbanismo de la ciudad, José Luis López.
Por su parte, la portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castelló, Begoña Carrasco, junto a los concejales del PP Vicent Sales y Juan Carlos Redondo ha visitado, de la mano de la asociación de vecinos Primer Molí, uno de los huertos urbanos que la reforma de la avenida de Lidón prevé desmantelar para convertirlo en parking. Junto al presidente de la asociación vecinal, José Benedito, y varios socios de la misma han comprobado la actividad que hay en las plantaciones, lo que a juicio de Carrasco supone "una barbaridad echar a perder lo que tanto esfuerzo ha costado conseguir".
Ante la avalancha de voces contrarias, el Partido Popular atiende esta preocupación vecinal y ha mostrado todo su apoyo para tratar de impedir que se desmantele. "Hoy por hoy, la obra impuesta por el equipo de gobierno de Amparo Marco, que nos va a costar 3,3 millones de euros sin que nadie la haya pedido, sin haber contado con la participación ciudadana, supone la eliminación de 72 parcelas de cultivo, que conjuntamente gestionan las asociaciones vecinales Primer y Segón Molí, siendo de gran ayuda para personas en paro, jubilados, gente con problemas o personas con discapacidad que encuentran aquí, además del abastecimiento propio, un espacio de socialización", explica la portavoz Popular. Sin embargo, esta opción está ya descartada en teoría.
Por otro lado, el equipo de gobierno ha explicado que en el caso de la reforma de la plaza de la Paz se están llevando a cabo varias reuniones con los vecinos del centro, de la calle Trinidad y la hostelería a la que afecta esta plaza para poder recoger ideas "que se irán adaptando al anteproyecto" y, además, ha explicado López que ya hay dos empresas interesadas en llevar a cabo la reforma.