CASTELLÓ. La Concejalía de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Castelló está un poco más cerca de cumplir dos de sus grandes retos para la actual legislatura. La Junta de Gobierno Local impulsa este jueves la participación ciudadana para diseñar las ordenanzas del banco de tierras y de huertos urbanos. Se trata de dos reglamentos inéditos y que pretenden atajar distintos problemas asociados a la producción agrícola y a los usos de parcelas tanto urbanas como no urbanizables.
La primera normativa dota de herramientas para combatir el proceso de abandono de tierras. Tras recuperar el Consejo Agrario y proporcionar al Ayuntamiento una nueva estructura destinada a las políticas medioambientales, ahora el objetivo estriba en garantizar acciones de largo recorrido que permitan que la agricultura periurbana en el término municipal sea viable.
La ley autonómica de Estructuras Agrarias estableció un nuevo marco para la reactivación de los suelos infrautilizados. Al respecto, los bancos de tierras y las oficinas gestoras deben tener un papel central, llegando incluso a declarar inventarios de terrenos desaprovechados que incumplan la función social del suelo. Cómo armar toda esa estrategia de dinamización de las fincas en desuso es un proceso complejo, pero el inicio de la tramitación de la ordenanza supone un primer paso importante.
La participación ciudadana va dirigida especialmente a los agricultores y ganaderos, propietarios de fincas rústicas, asociaciones vecinales y comunidades de regantes. Los problemas que se pretenden solucionar, además del abandono de cultivos, son: la escasa movilidad del mercado de la tierra, los riesgos de incendios, la salubridad, la proliferación de plagas y roedores y la reducción de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Según el informe encargado a la consultora Buscatierras en 2020, Castelló tiene prácticamente tantas hectáreas de fincas rústicas abandonadas como en uso agrícola. De acuerdo con ese estudio, 1.859 ha del término municipal están degradadas frente a 2.583 ha cultivables. La comparativa resulta todavía más significativa si se extrapola al número de parcelas. La cantidad de terrenos descuidados (4.988) supera ampliamente aquellos con producción (3.206).
En cuanto a la ordenanza de huertos urbanos, se busca fomentar la participación ciudadana, el desarrollo sostenible y la autogestión de las personas usuarias, además de ofrecer a la población un espacio de ocio y creatividad con el cultivo de productos agrícolas. También se prioriza la promoción de la educación ambiental, mediante la producción hortícola a pequeña escala con finalidad educativa, inclusiva, de ocio y autoconsumo; y el establecimiento de las relaciones entre el medio natural y las actividades humanas.
La finalidad del precepto estriba en resolver y regularizar cuestiones como el acceso al uso del huerto urbano, el amparo de los usuarios, la unificación del funcionamiento y organización, así como dar un uso alternativo a los suelos abandonados.
Considerado el padre científico del desarrollo de la energía eólica a nivel mundial, el danés Frede Blaabjerg participará a final de mes en la Universitat Jaume I en el congreso Electrimacs 2024. El científico danés se muestra convencido de que Europa debe seguir liderando el camino de la transición ecológica.