CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló ha puesto fin a 14 años de inseguridad jurídica con la aprobación definitiva del Plan General (PG). El equipo de gobierno, denominado Acord de Fadrell y compuesto por el PSPV, Compromís y Podem-EUPV, ha hecho valer su mayoría de 15 concejales para sacar adelante la votación del Plan de Ordenación Pormenorizada (POP), la herramienta del planeamiento urbanístico que todavía no había sido avalado (la otro, el Estructural, se validó hace un año).
El ejecutivo local ha contado con el respaldo de la concejala del grupo de no adscritos, Paula Archelós, mientras que la oposición se ha dividido a la hora de pronunciarse sobre la propuesta. Ciudadanos y Vox se han abstenido y el PP ha votado en contra. Lo ha hecho, según su portavoz, Begoña Carrasco, "para no ser cómplices de un plan que no quiere nadie".
Una vez culminada la tramitación, que ha durado siete años, ahora el documento tendrá que publicarse en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) y en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) para entrar en vigor, lo que se producirá en unos días. El anterior PGOU impulsado por el PP en el año 2000, quedó anulado en 2008 tras recibir hasta tres sentencias anulatorias del Tribunal Supremo.
El debate para someter a votación el POP ha estado marcado por la tensión prelectoral. La alcaldesa, Amparo Marco, ha calificado la culminación del PG como un "gran día, el más importante de los últimos 30 años". Así, ha resaltado que "Castelló entra de lleno en el siglo XXI, abre las puertas a la modernidad y anticipa las claves del futuro, del desarrollo y del bienestar de la mayoría". La primera munícipe ha agradecido el trabajo de los dos concejales de urbanismos desde 2015, Rafa Simó y José Luis López, y a los técnicos municipales, que "han puesto las líneas y los colores al nuevo modelo de ciudad".
Marco ha asegurado que, "con el Plan General, el Ayuntamiento se convierte en referente de buena praxis administrativa en la gestión urbanística". En este punto, ha desgranado algunos de los principales objetivos del nuevo marco urbano, como "la descarbonización, el crecimiento sostenible y generar de oportunidades".
Como suele ocurrir en los debates plenarios, las intervenciones de los portavoces de los partidos políticos se han estructurado de menos a más peso institucional (número de regidores). La citada Archelós ha rechazado hacer uso de su turno de palabra, así que, tras la apertura de Marco, el siguiente en subir al atril ha sido el único munícipe de Vox, Luciano Ferrer, quien ha anticipado la disertación del resto de grupos de la oposición. "Este Plan General no soluciona los problemas de la ciudad. Ha sido un proceso político más que urbanístico. Es ideológico, transige frente a las imposiciones de otras administraciones, ahuyenta las inversiones y se caracteriza por el fanatismo verde, Además, abandona a su suerte a la Marjaleria y a los grupos periféricos. Traerá la ruina a esta ciudad".
Frente a este discurso, el líder de la confluencia, Fernando Navarro, ha destacado que el marco jurídico "da respuesta a la crisis ambiental" y confirma "el cambio de paradigma" sobre el modelo de desarrollo urbanístico. El concejal de Podem se ha referido a la época "de la especulación y el ladrillo" del PP. Asimismo, ha agradecido "al PSPV su valentía".
En la misma línea se ha expresado el representante de la coalición valencianista, Ignasi Garcia. "Hoy [este viernes] aprobamos un documento dinamizador y motor de la economía, que cohesiona y destierra la especulación y el urbanismo a la cartas", en alusión al PGOU popular de 2000. El concejal de Compromís ha aprovechado para recordar que gracias a su partido el planeamiento urbano garantiza la ubicación del futuro conservatorio de música y danza en el PAI Taxida.
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Vicente Vidal, ha denunciado que "el Plan General del Fadrell recorta un 70% el suelo industrial, las oportunidades de crecimiento y las expectativas de futuro. Es un texto que no resuelva problemas como el número de altura en las viviendas, la decisión de eliminar unidades de ejecución o la legalización de la Marjaleria. Este no gobierno no ha escuchado a los agentes implicados".
La líder del PP, Begoña Carrasco, se ha mostrado especialmente crítica con el PG, que ha señalado "está cargado de ideología". Su intervención, en clave electoral, ha girado el debate, marcando las réplicas. La munícipe popular ha justificado el voto en contra de su formación en que el marco jurídico muestra "falta de consenso, no protege a muchos castellonenses, deja una importante hipoteca, no resuelve los problemas".
Por último, el portavoz del PSPV y concejal de Urbanismo, José Luis López, ha centrado parte de su alocución en ofrecer datos de lo que implicará el Plan General, que "llega en el momento adecuado", ha precisado. "Castelló crecerá en 2,14 millones de metros cuadrados de suelo residencia y en 4,2 millones de suelo industrial y terciario. Proyectará un total de 13.900 viviendas en los diferentes sectores, con un mínimo de 3.800 viviendas protegidas".
En el segundo turno de intervenciones, los grupos han elevado la modulación y se han enzarzado con cruces individuales. Ha habido alusiones a la gestión urbanística del alcalde de Madrid, Martínez Almeida; a la etapa de Alberto Fabra como presidente de la Generalitat y a la de Alfonso Bataller como alcalde de Castelló. También se ha habido referencias a Amazón y a la gigafactoría de Volkswagen de Sagunto.
Marco ha cerrado el debate agradeciendo a Ferrer y Vidal ""su talante y la abstención". Por el contrario, ha reprochado a Carrasco su tono: "Siempre tiende a confundir. La ciudadanía no es el PP. La ciudadanía es la que eligió que haya aquí 15 concejales de izquierdas. Lamento que hable de hipotecas, cuando su partido recibió tres sentencias en contra [PGOU]".
El equipo de gobierno descarta recurrir y su portavoz, Vicent Sales, señala sobre el cambio que "el que lo hizo, lo hizo a conciencia". El Ayuntamiento está pagando para expropiar 80 euros/m2 por suelo urbano y 11 euros/m2 por el rústico.