CASTELLÓ. El Consejo de Ministros ha autorizado este martes al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a licitar, a través de Adif, tres contratos por un total de 76 millones de euros (IVA no incluido) para seguir avanzando en la electrificación de la línea de ferrocarril convencional Zaragoza-Teruel-Sagunt, eje estratégico y nexo de conexión entre los corredores Mediterráneo y Atlántico.
Los trabajos se destinarán a adaptar las dimensiones de los gálibos de 23 pasos superiores del trazado entre Teruel y Zaragoza y la sección de 19 túneles de la línea para la instalación de los postes, la catenaria y el resto de las instalaciones de electrificación.
Estas actuaciones se suman a la inversión de otros 22 millones de euros (IVA no incluido) autorizada la semana pasada para adaptar la electrificación de los 22 pasos superiores del tramo Teruel-Sagunto.
Los tres nuevos contratos se articulan de la siguiente manera:
Estas actuaciones se suman a las que Adif realiza para electrificar la línea: en agosto comenzaron a levantarse los postes de soporte de la catenaria en el tramo Zaragoza-Teruel. Además, se ha licitado la construcción de dos subestaciones eléctricas en Cariñera y Villafranca y se ha contratado la redacción del proyecto de las del tramo Teruel-Sagunt, previstas en Segorbe y Puebla de Valverde.
El Ministerio, a través de Adif, ha movilizado ya más del 96% (438 millones de euros) del total de los 455 millones que representa el Plan Director de modernización de la línea Zaragoza-Teruel-Sagunt, que reforzará su interoperabilidad, capacidad y velocidad de circulación, potenciando el tráfico, especialmente el de mercancías.
Además, hará posible la circulación de trenes eléctricos, reforzando la eficiencia y sostenibilidad. El plan comprende otras actuaciones, como mejoras en la señalización y la dotación de apartaderos para trenes de 750 metros.
Por su ubicación geográfica, la línea Zaragoza-Teruel-Sagunt es estratégica para conectar por ferrocarril el Mediterráneo con el Cantábrico y el Atlántico, y unir las áreas portuarias de Valencia y Bilbao y los nodos logísticos de Platea (Teruel), Zaragoza-Plaza y Júndiz (Vitoria).