CASTELLÓ. El enésimo rifirrafe protagonizado por el presidente, Vicente Vidal (Cs), y el portavoz del PSPV, Omar Braina, marcó este viernes la comparecencia del ingeniero industrial Mariano Hernández, autor del informe pericial sobre la sala de Emergencias y Seguridad del Ayuntamiento de Castelló. Ambos concejales se enzarzaron tanto al principio como al final de la comisión de investigación. El encontronazo llegó a tal nivel de tensión que el primero decretó la suspensión de la vista, sin permitir al segundo formular sus interpelaciones pese a haber solicitado la presencia del perito.
"Todos cumplen al presentar las preguntas antes y usted, no", le afeó el edil naranja al socialista, a lo que este le replicó que "es usted el que no cumple al no dejarme intervenir. Mis preguntas las tiene el secretario, como se pactó en el protocolo de las sesiones". En este punto, Vidal recordó que la fiscalización de las cuestiones por parte de la presidencia se determinó una vez iniciadas las pruebas testificales. Al no ponerse de acuerdo, el regidor del partido liberal acordó dar "por terminada la reunión".
La fulminante cancelación impidió a Braina interrogar a Hernández acerca de su relación con el PP y los cargos de responsabilidad en la Diputación bajo los mandatos de Javier Moliner y Carlos Fabra. Asimismo, tampoco pudo inquirirle sobre su posible relación de amistad con alguno de los miembros de la citada comisión y el uso de palabras en su informe que los funcionarios municipales consideran no se ajustan a lo que determina la ley.
Al término de la reunión, el munícipe de Ciudadanos aseguró que "Omar ha perdido una oportunidad. Se ha negado a entregar la preguntas. No entiendo por qué no ha hecho lo mismo que el resto de grupos". Por su parte, el concejal socialista señaló que "Vidal no es capaz de dirigir una comisión como toca, que además está completamente desacreditada. Se ha demostrado que esto es una sarta de mentiras vertidas por la oposición, un circo y un paripé".
Hernández declaró durante más de una hora y media. Más allá de reafirmarse en sus conclusiones, reiteró la singularidad del procedimiento para equipar la sala policial. De hecho, aseveró que "el pliego está lleno de peculiaridades, porque la separación en cuatro lotes técnicamente no tiene sentido y no lo veo consistente. Esa decisión fue poco afortunada, porque afectó a la adjudicación y alargó las incidencias".
En este sentido, consideró que el suministro debía haberse licitado en un único contrato, a excepción de la obra civil. Del mismo modo, insistió en que el denominado Centro Integrado Municipal de Seguridad y Emergencias (Cimse) incumple su cometido, esto es, unificar los distintos servicios. No obstante, aquí incurrió en contradicciones, ya que en alguna respuesta admitió que la organización interna repercute en esa agrupación.
Tanto Cs como el PP, a través de su representante, Vicent Sales, trataron de desmontar la tesis del PSPV, que pone en duda la credibilidad del informe del perito a raíz de las comparecencias de varios técnicos municipales y de José Luis Carque, ex jefe de la Policía Local. Hernández aseguró al respecto que no todas las administraciones utilizan los mismos términos, aludiendo al Ayuntamiento y a la Diputación, donde ejerce como responsable de formación del Consorcio Provincial de Bomberos. "El perito se ha ratificado, la sala no está unificada y, por tanto, no cumple el objeto de un contrato que lleva costados a los castellonenses más de 1,5 millones", indicó el edil popular.
El testimonio de Hernández volvió a evidenciar que existen dos versiones casi opuestas de la historia. Tras las numerosas declaraciones en los dos últimos meses y las repetidas discordancias, parece complicado que los grupos municipales lleguen a un consenso sobre las conclusiones. Al menos, después del episodio vivido este viernes entre Vidal y Braina.