El Plan General de Castelló se pone a tiro y el Fadrell espera aprobarlo en primavera de 2021

CASTELLÓ. El Plan General (PG) de Castelló va camino de cumplir los plazos para convertirse en una realidad en la primavera de 2021. El Acord de Fadrell prevé aprobar las piezas estructural y pormenorizada adaptadas a la declaración ambiental (Date) a lo largo de diciembre, bien en un pleno extraordinario, bien en la sesión ordinaria del mes. Según desvela el portavoz del gobierno municipal, José Luis López, ambos documentos "están muy avanzados", al igual que el dictamen sobre las alegaciones, de manera que "estamos trabajando con la secretaria para buscar fechas".

Una vez la corporación avale los dos programas que integran el PG, se abrirá una segunda exposición pública de 20 días hábiles, que presumiblemente se desarrollará en las semanas de enero. El proceso participativo entrañará mayor complejidad que el primero, impulsado en 2016, a consecuencia de la covid-19. Ante las restricciones acerca de las reuniones sociales, el ayuntamiento apostará por fórmulas menos convencionales, que evitarán grandes concentraciones. En consecuencia, difícilmente se alcanzarán las cifras de la consulta inicial, en la que participaron alrededor de 1.300 personas con 17 asambleas ciudadanas.

La resolución de los reparos o correcciones forzará a celebrar un nuevo pleno. La corporación deberá validar el documento conclusivo para elevarlo a la Conselleria de Obras Públicas. La administración autonómica, en su enésima revisión, tendrá que dar el OK final antes de que el consistorio vuelva a celebrar una tercera y definitiva sesión, en la que se culminará el interminable proceso administrativo iniciado en la anterior legislatura.

Los tiempos que maneja actualmente el ejecutivo local invitan a pensar que no resultará preceptivo solicitar una nueva prórroga al Consell en relación a las normas transitorias urbanísticas de urgencia. De acuerdo con esa moratoria, concedida el 28 de diciembre de 2018, el Ayuntamiento tiene de margen hasta el 1 de abril del próximo año para finiquitar el PG. Al menos, en teoría, ya que existen dudas sobre el tope por el estado de alarma de marzo, que provocó la suspensión de los procesos administrativos durante varios meses.

Primeras normas transitorias

La Generalitat autorizó por primera vez el marco legal en 2012. Lo hizo tras la decisión del Tribunal Supremo de anular el PGOU auspiciado por el PP. Ante ese vacío urbanístico, el Gobierno valenciano habilitó una herramienta provisional para garantizar el desarrollo de las distintas unidades de ejecución. El 2 de marzo de 2015 amplió su vigencia hasta diciembre de 2018, un intervalo que en ese momento el Pacte del Grau consideró suficiente para completar los distintos trámites del Plan General. Sin embargo, la farragosa tramitación obligó a solicitar otro aplazamiento, con la esperanza de que a la tercera sea la vencida.

"El plan estructural se encuentra muy avanzado y ahora estamos con los informes jurídicos de las alegaciones. Durante este mes esperamos tener todos los documentos aprobados. La idea es que esa aprobación se produzca en una Junta de Gobierno Local antes de acabar noviembre para llevarlo al pleno de diciembre", reitera López. El portavoz del ejecutivo municipal destaca los cambios introducidos para desclasificar sectores como el Senillar, Litoral o Borriolenc.

La Declaración ambiental y territorial estratégica (Date), que determina el diseño final del PG, salva casi todo el suelo urbanizable proyectado por el Fadrell. Solo impone rectificaciones en esas unidas reseñadas que, en cualquier caso, se desarrollarán en el futuro a través de programas especiales o del Plan de Acción Territorial de Castelló (PAT), siempre privilegiando la sostenibilidad.