Fotos: ANTONIO PRADASCASTELLÓN. Fue el primer edificio de estas envergaduras en construirse en toda la Comunitat Valenciana, colocando así al Grao de Castellón en el foco de encuentros entre profesionales y en eje para la divulgación cultural entre familias y estudiantes. En efecto, desde su inauguración en 1991, el "santuario" de la astronomía ha sido también espacio para albergar dinosaurios, los insectos más extraños del mundo o las máquinas de Leonardo da Vinci. Así como "los imposibles de la ciencia". Sin embargo, aunque su programación empezó cargada de expectativas, con el paso de los años se fue desvaneciendo hasta el punto de acoger únicamente un tercio de las muestras anuales previstas. Pero, antes recapitulemos. El Planetari, que se ubica en el inicio del Paseo Marítimo, se compone de una sala de exposiciones y un salón de actos y conferencias en su primera planta; ya en la inferior se hallan otras tres salas para muestras y en la planta superior habita el propio planetario. Con todo ello, su plan de acción ha sido desde siempre el de mantener abiertas al menos un par de colecciones temporales y proyectar un serial de películas. No obstante, desde hace dos años se han sumado los talleres para familias. ¿El propósito? Este mismo deseo, del Ayuntamiento, por reconducir su papel cultural.
"Llegó un momento en el que el edificio, tras tantos años en activo, necesitaba una mejora y una actualización. Es algo que ocurre en todas las casas; hay que solucionar los desperfectos. Por ello, desde hace tres años, estamos tratando de darle un impulso más fuerte a la programación. Un buen paso han sido los encuentros familiares, dado que han tenido buena aceptación. Así mismo, también hay que tener en cuenta que la ubicación es un arma de doble filo; se encuentra en un lugar muy interesante, pero especialmente para el verano, el resto del año pesa que no estemos en el centro de la ciudad. Es por esto que necesitamos generar contenido que sea lo suficientemente interesante para que la gente se desplace", señala Carles Garcia, coordinador de la programación. Con nueve funcionarios al frente, más el apoyo temporal de dos personas contratadas a través del sistema de garantía juvenil, el Planetari cuenta con un presupuesto global alrededor de los 150.000 euros. "Siempre se podrían hacer más cosas, pero dentro de nuestras limitaciones y capacidades, se está trabajando para ofrecer talleres todos los fines de semana -excepto festivos- y cubrir el año con diversas exposiciones", recalca Garcia.
Los cursos y las jornadas sobre astronomía marcan buena parte del contenido del planetario. En efecto, de cara al 2019 ya se está pensando en una serie de talleres que girarán entorno a la luna. Y es que el año que viene se cumplirá medio centenario desde que el primer hombre viajó hasta ella. En relación, el centro de Castellón planea albergar actividades trimestrales sobre, por ejemplo, cómo es el efecto de la luna sobre la tierra (desde la marea en sus diferentes fases, hasta los eclipses) o incluso un simulador con el que, gracias a las posibilidades del croma, los asistentes podrán sentir que están ante el famoso satélite. Pero también, sus organizadores tienen previsto programar cada mes una charla didáctica entorno a los diferentes componentes del sistema solar. Sin faltar, a todo ello, las observaciones de telescopio en los meses de verano.
Física, química, astronomía...actividades relacionadas con las diferentes efemérides ambientales. ¿Nos topamos ante un laboratorio? ¿Hay espacio para las manifestaciones artísticas? Carles Garcia tiene clara la respuesta: "El Planetari es un contenedor cultural. De hecho, de los más grandes de la ciudad". El problema es que- según sostiene el mismo- "la ciencia no siempre es percibida como una parte más de la cultura y es complicado hacer encajar esta idea. Si esto cambiase, avanzaríamos más".
Igualmente, puestos a analizar cómo se podría acrecentar las posibilidades del espacio, el técnico apunta las principales mejoras y retos a los que deberían enfrentarse desde el centro. El primero y más relevante, es el de tratar de conseguir "una mayor musealización" del planetario. "Hace falta buscar nuevas fórmulas para modernizar el espacio, a fin de generar contenidos que sean actuales y estén en consonancia con lo que ocurre en el exterior. Y es que, como contenedor cultural está funcionando y es un espacio dinámico, pero necesitamos hacer más atractivas las exposiciones, dado que son uno de los fuertes para divulgar la ciencia", determina Carles Garcia.
Si bien la línea principal del Planetari es poder llegar a diferentes tipos de público, ya sea desde personas que tengan interés por la ciencia, a aquellos que quieran aproximarse para conocerla, y en diferentes segmentos de edad; su programación está fuertemente marcada por el carácter familiar. De hecho, el grueso de las actividades las forman los diferentes talleres destinados a niños de 4 a 12 años. Ante ello, los trabajadores del edificio son conscientes de que unas de sus mayores prioridades ha de ser acercarse, poco a poco, a los adolescentes. "Nuestra meta es crear impacto y generar una dinámica entre los más jóvenes para que en su tiempo de ocio, tengan curiosidad por saber que está teniendo lugar en el planetario y así se desplacen hasta aquí. Nos enfrentamos, pues, a uno de los momentos más complicados del crecimiento porque quizás lo que te divertía de más pequeño ya ha dejado de hacerlo. Quieres hacerte adulto y no sabes en qué podrías invertir ahora tu tiempo. De este modo, es difícil, porque has de crear una necesidad. Estos ya no son llevados hasta las exposiciones o talleres por sus padres, tienen capacidad decisión. Es un proceso lento y que cuesta. Dudo que sea cuestión de un año, ni de dos, pero sí de tenerlo en mente para buscar nuevas herramientas y contenidos", agrega.
¿Qué es de un espacio, un evento o una marca sin promoción? Las posibilidades de llamar a la puerta de los usuarios sin salir de nuestro despacho es posible simplemente con colgar un post o una foto en las redes sociales. Sin embargo, las posibilidades de la comunicación son tan amplias como nuestra imaginación o capacidades técnicas lo posibiliten. De ahí, la carencia de difusión que tiene el contenedor. Y es que, a pesar de que el Planetari cuenta con su propias redes sociales y también con las del Ayuntamiento, sus posibilidades se ven "limitadas" por "la estructura municipal". Así mismo, el espacio recurre a los tótems que difunden actividad cultural y su programación se incluye en la misma agenda de Castellón.
