CASTELLÓ. El grupo popular en el Ayuntamiento de Castelló anuncia alegaciones contra la eliminación del topónimo en castellano y contra el derribo de la Cruz de los Caídos del parque Ribalta. "Dos decisiones unilaterales, impuestas por el gobierno municipal de PSOE y Compromís de espaldas a la mayoría social de castellonenses", ha asegurado este miércoles el partido en un comunicado.
Para la portavoz popular, Begoña Carrasco, "es urgente que la ciudad vuelva a la normalidad, para poder mirar hacia el futuro hay que acabar con las imposiciones y sectarismos de un gobierno municipal, el de Amparo Marco, que no mira por el interés general, sino solo por el de los socios que la hicieron alcaldesa".
Carrasco considera que "tanto en el caso del cambio de topónimo, como en el caso del derribo de la Cruz del Ribalta, lo que se ha hecho es dinamitar los consensos alcanzados en tiempo de la Transición democrática". En este sentido, asegura que "un gobierno enrocado en el pasado no puede avanzar, ni centrarse en lo que preocupa y ocupa a la ciudadanía, no atiende a sus prioridades".
El principal argumento que defienden los populares para alegar contra el derribo de la cruz se centra en el acuerdo municipal adoptado por la corporación de 1979 mediante el cual el monumento, obra del arquitecto Vicente Traver, fue desde entonces símbolo de reconciliación y en recuerdo a todas las víctimas de la violencia sin distinción.
"Por esta razón, no atenta contra la Ley de Memoria Histórica. El empeño de querer eliminarla es solo del gobierno, porque nadie lo ha pedido ni es una prioridad para los castellonenses como sí lo es el paro, la falta de libertad en la educación o los continuos recortes en Sanidad que están relegando a Castellón a una capital de segunda, por detrás de Valencia y Alicante", afirma Carrasco.
En cuanto a la eliminación del topónimo bilingüe, la portavoz de los populares aboga por recuperar la cooficialidad en el nombre de la ciudad, y "que podamos utilizar indistintamente y con libertad Castellón de la Plana y Castelló de la Plana, siendo ambos nombres oficiales y reconocidos, como lo han sido durante 36 años".
El reciente acuerdo que elimina la forma castellana del topónimo, "solo ha traído malestar, crispación social y enfrentamientos entre la sociedad, porque no ha sido en ningún momento una demanda social". En este sentido, la portavoz popular asegura que "Castelló y Castellón, su forma oficial bilingüe lo ha sido desde el 19 de julio de 1982 cuando fue aprobado por el Ayuntamiento".