El PP de Castellón se aprieta el cinturón y nota la estrechez económica por la reducción de ingresos

CASTELLÓ. El Partido Popular de Castellón se aprieta el cinturón y comienza a notar la constricción económica por la notable reducción de sus ingresos. La pérdida del último bastión en la provincia, como era la Diputación, a consecuencia de los malos resultados de las pasadas elecciones municipales, disminuye considerablemente su capacidad de maniobra frente al crecimiento de la izquierda. No en vano, utilizaba la propia institución provincial como cobertura financiera, mediática y logística. Muchos de los recursos empleados para el partido se alimentaban a través de diferentes capítulos presupuestarios.

Sin ese soporte económico, tras 24 años en el poder, los populares atraviesan uno de sus peores momentos. Algunas voces críticas advierten que el desconcierto sobrevenido por la merma de representación a nivel local, provincial y autonómico deja en una situación de asfixia a la organización. Esa presión resulta todavía más evidente ante la fuga de afiliados. Desde que se tocara techo en 2012, con un crecimiento del 35% respecto a la progresión iniciada en 2008, la tendencia muestra un descontento social.

Actualmente la cifra de militantes en la provincia asciende a 15.200, cuando llegó a superar la cifra de 20.000 en las etapas de esplendor. Castelló ciudad tampoco se escapa de esa desbandada con 2.610 afiliados.

La necesidad de reinventarse y mejorar la imagen para ser más visibles tiene su punto de partida en el cambio de sede provincial. No obstante, esa modernización está también ligada a un componente económico, ya que el alquiler de un local más modesto respecto al utilizado en el Camí la Plana implicará un importante ahorro.

En este contexto, algunas agrupaciones locales muestran cierta preocupación debido al retraso con la transferencia de los ingresos por las cuotas de sus militantes que recauda la provincial. 

El malestar no pasa desapercibido en la dirección nacional del PP, que tiene en el punto de mira a la provincia de Castellón. Incluso, antes de la celebración de los comicios del 26M. Cabe advertir que Génova ya impidió al actual presidente del PPCS, Miguel Barrachina, ser cabeza de lista al Congreso de los Diputados. Tampoco consintió que la secretaria general, Elena Vicente-Ruiz, fuera la número uno a Les Corts.

Sin embargo, Madrid sí que considera que nombres como Begoña Carrasco,  Carmina Ballester, Marta Barrachina, Andrés Martínez o Salva Aguilella deben liderar la renovación del partido, una tesis que comparten esos sectores críticos con el actual modelo de gestión.