CASTELLÓ. La portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castelló, Begoña Carrasco, expresa las "múltiples dudas" que ha generado en los centros de personas mayores de la ciudad la próxima reapertura de este tipo de instalaciones tras su cierre por la crisis sanitaria a consecuencia del covid-19.
"Nos preocupa profundamente que el ayuntamiento únicamente haya pasado a los responsables de la treintena de colectivos de mayores de la ciudad un par de circulares en las que se informa de las medidas generales que deben cumplir las instalaciones y las recomendaciones sanitarias a seguir para prevenir posibles contagios, dejando toda la responsabilidad en manos de los propios centros y la dirección de las diferentes asociaciones", valora Carrasco.
Al respecto, indica que, según el documento, "los encargados de gestionar estos espacios deberán firmar una declaración responsable en la que tendrán que ratificar que el local ha sido desinfectado por una empresa acreditada, que se cumplen con las medidas de higiene, prevención y aforo que establece la normativa y que la entidad está en disposición de garantizar las medidas establecidas en la normativa general, además de velar por la seguridad de las personas usuarias".
"Sin embargo, no se da ninguna ayuda adicional a los centros ni pautas sobre cómo acondicionar accesos seguros para las entradas y salidas o ejemplos para elaborar de manera eficaz las circulares o las piezas de cartelería informativa", incide Carrasco, que recuerda que "a estas dificultades se suma que en muchos casos estos centros llevan cerca de tres meses sin cobrar las cuotas de sus socios y sin recibir ayudas por parte de las instituciones, por lo que de dónde van a sacar el dinero para financiar todos estos materiales es otra de las múltiples incógnitas a las que se enfrentan".
Al respecto, la portavoz municipal del PP señala que esta problemática ya ha tenido sus primeras consecuencias en la ciudad, como la dimisión en bloque de la junta directiva de la Asociación Cardona Vives y lamenta que "en lugar de enviarles unas meras instrucciones y desentenderse, el Ayuntamiento de Castelló debería implicarse más y acompañar a estos centros de mayores en todo el proceso de desescalada, ya que además de encargarse de buscar y contratar a contrarreloj a empresas de limpieza y desinfección acreditadas, deben comprar e instalar mamparas, hidrogeles, mascarillas, papeleras de pedal o materiales diversos, procesos que les generan múltiples dudas y gastos".
Carrasco también precisa que "estamos hablando de personas mayores que, además, suponen uno de los principales grupos de riesgo, por lo que resulta de vital importancia garantizar que cuentan con las mayores medidas de seguridad y, en ese proceso, el Ayuntamiento de Castelló debería contribuir a facilitarles estas tareas, en lugar de limitarse a enviarles una circular". "Se trata de darles las máximas facilidades para que, de la mano del propio consistorio, puedan compatibilizar en un momento especialmente delicado la reactivación de sus actividades con la nueva situación y las medidas higiénicas y sanitarias que ésta conlleva", añade.
Del mismo modo, Carrasco lamenta que el consistorio "no haya convocado a los responsables de los centros a una reunión para informarles en primera persona y resolver sus dudas sobre todos los requisitos y condicionantes que deben cumplir en lugar de hacerlo a través de circulares, lo que deja a los responsables de la gestión de estas instalaciones con más incertidumbres que soluciones".
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara
