CASTELLÓ. A veces en política una imagen o un gesto vale más que mil palabras. La puesta en escena este lunes del Partido Popular de Castellón para hablar sobre la deuda de la Generalitat Valenciana con los ayuntamientos tiene mucha más profundidad que las repercusiones de las declaraciones de los protagonistas.
La presencia de la secretaria general popular y concejala en el Ayuntamiento de la Vall d'Uixó, Elena Vicente-Ruiz, no fue una casualidad. Tampoco que estuviera acompañada por el secretario de política local y edil de Onda, Salvador Aguilella. Si bien es cierto que ambos son diputados provinciales, comparecieron en calidad de regidores. Y lo hicieron para lanzar un claro mensaje: el PP se ha propuesto impulsar el municipalismo como trampolín para aumentar la cuota en las instituciones castellonenses.
El objetivo radica en apostar por perfiles que generen consenso interno y que, además, trasladen a la opinión pública una imagen de frescura y renovación. No se trata tanto de pensar en el futuro como de detenerse en el presente para cerrar heridas y, con ello, suscitar cohesión, con el horizonte de las generales del 10N.
Desde la dirección provincial se considera imperativo, ante la actual coyuntura política, promocionar a aquellos líderes cuya capacidad está avalada por sus resultados electorales. Es el caso, por ejemplo, de Aguilella, al que se le atribuye gran parte del éxito en Onda, donde gobierna la popular Carmina Bataller después de arrebatarle al PSPV-PSOE la alcaldía, en manos de Ximo Huguet hasta el 26M.
El concejal de Hacienda, en política desde 2003, despierta las simpatías tanto de la dirección provincial, con Miguel Barrachina al frente, como del sector crítico, así como de la vieja guardia. Su pedigrí popular resulta incuestionable, como la ascendencia que caracteriza a otros referentes, capaces de voltear la situación en sus municipios después de las últimas elecciones, caso también de Segorbe.
En realidad, la consigna del PPCS pasa por impeler y promocionar a los munícipes mejor considerados y que, a través de su experiencia, aumenten el posicionamiento en las instituciones de mayor peso. Por ejemplo, sin controlar la Diputación de Castellón, existe el convencimiento de que se puede marcar el debate diario mediante iniciativas que arrastren al resto de partidos políticos.
Prueba de ello es la declaración institucional de este martes en contra de los peajes blandos en las autovías gratuitas y que el jueves también se aprobará en el Ayuntamiento de Castelló. Ambos manifiestos, instando al Gobierno de España a actuar con medidas concretas, surgen a partir de propuestas planteadas desde los grupos populares. Y esa es la estrategia a seguir desde el municipalismo.