CASTELLÓ. El PPCS inicia la cuenta atrás de su congreso provincial con dos candidaturas muy a su pesar. La decisión de las alcaldesas de Onda y Vall d'Alba, Carmina Ballester y Marta Barrachina, respectivamente, de presentarse a la presidencia, cogiendo el testigo de Miguel Barrachina, provoca un escenario inédito en un partido acostumbrado a controlar hasta el más mínimo detalle. La posibilidad de que el 8 de mayo, fecha elegida para la 15ª convención popular, se celebren primarias resulta tan inusual como incómoda. Así se pudo constatar en la junta directiva exprés convocada este viernes para oficializar el cónclave extraordinario y en la que la primera de las aspirantes aprovechó para expresar su deseo de convertirse en la nueva presidenta, algo que ya había avanzado la segunda por la mañana.
La reunión, muy participativa, dejó varias conclusiones. Por un lado, que la vieja guardia apuesta por la munícipe de Vall d'Alba. Tanto el expresidente del PPCV y actual senador, Alberto Fabra, como la presidenta local, Begoña Carrasco, y el vicesecretario de Política Territorial, Andrés Martínez, hicieron un llamamiento a la unidad para consensuar una sola lista "en estos momentos de dificultad", precisó el primero. Los tres insistieron en la conveniencia de impulsar una única candidatura, pero evitaron posicionarse públicamente frente al resto de cargos orgánicos, pasando por alto que unas horas antes ya se habían decantado al compartir en sus perfiles de Facebook una foto con Marta Barrachina.
Precisamente ésta, tras la intervención de Ballester, tomó la palabra para advertir que se lleva tiempo trabajando en su designación, por lo que invitó a su compañera "a sentarse y hablar" con el fin de evitar unas primarias. Un ofrecimiento que la alcaldesa de Onda no aceptó, ya que "los militantes son los que tienen que elegir", subrayó.
La otra conclusión de la junta directiva es que dentro del comité ejecutivo existe una división, por lo que la medicación de Génova se vislumbra determinante. De hecho, Madrid apostará por aquella candidata que muestre más sintonía con los planes de Pablo Casado, que no necesariamente son los mismos que los de Isabel Bonig, quien ha señalado por activa y por pasiva su voluntad de presentarse a la reelección en el PPCV.
Según los estatutos del PPCS, que curiosamente coordinó Ballester en 2017, una vez convocado el congreso, las aspirantes a presidenta deberán presentar su precandidatura entre los siete y los quince días siguientes conforme a lo que se señale en el acuerdo de convocatoria. Si se sigue adelante con las primarias, se abrirá una campaña electoral interna por un plazo máximo de 21 días. La comisión organizadora garantizará "la igualdad de oportunidades y neutralidad", así como asegurará "la transparencia del proceso".
En vista de la convicción con la que se presentan Barrachina y Ballester, parece que habrá batalla entre los populares de Castellón, salvo que ambas lleguen a un entendimiento en las próximas semanas. Esa avenencia, en estos momentos, se antoja complicada a tenor de la puesta en escena de las dos postulantes con amplio despliegue en redes.