CASTELLÓ. El PSPV-PSOE y Compromís 'se enrocan' en sus posturas y desbloquear el 'desacord' pasa por vías intermedias diferentes a un cambio de cromos. La posibilidad de redistribuir las concejalías en el Ayuntamiento de Castelló ya no es la única fórmula que barajan los integrantes del Fadrell para resolver la actual crisis.
La nueva estrategia en la negociación obedece a una doble cuestión: por un lado, la necesidad de llegar a un punto de encuentro para recuperar la normalidad en la gestión municipal; por otro, el inmovilismo de socialistas y nacionalistas a propósito de sus planteamientos, que imposibilita cualquier avance después de dos reuniones.
Los primeros insisten en ceder Fiestas a cambio de Cultura, mientras que los segundos solo aceptan la permuta siempre que se incluya un área de gobierno menor. Para los valencianistas tanto Cultura como Gestión de Residuos y Educación son intocables. Sin embargo, sí son prescindibles Memoria Democrática, LGTBI, Feminismo, Participación Ciudadana o Atención Ciudadana, competencias que para los socialistas carecen de calado.
En realidad, la contraoferta presentada por Compromís este miércoles resulta confusa, a tener de la opacidad esgrimida por su portavoz, Miguel Ginés, quien rehusó aclarar los términos de la misma pese a la insistencia general. Incluso, causó cierta sorpresa entre sus socios del Fadrell ese secretismo público a la conclusión de la cita en la sede del PSPV, ya que tanto el representante de la formación de izquierdas, Paco Gil, como el líder de la confluencia Podem-EUPV, Fernando Navarro, se mostraron muy claros sobre sus posicionamientos.
La delegación socialista volvió a contar con el citado Gil, secretario de la Agrupación local y diputado autonómico; los concejales Omar Braina e Isabel Granero; y el jefe del gabinete de alcaldía, Ramón Marín.
Por los nacionalistas hubo un ligero cambio. El asesor de gobierno Enric Sendra sustituyó a la regidora, Verònica Ruiz (se marchó por un compromiso), repitiendo Miguel Ginés, portavoz de la Ejecutiva local; la diputada autonómica Belén Bachero y el asesor de Diputación Joan Antoni Ginés. También Podem-EUPV varió de interlocutor con Navarro al frente (en lugar de Silvia Peris), acompañado por el asesor de gobierno Raúl Beltrán.
"Queremos acercar posturas y que el Acord de Fadrell continue adelante», señaló Ginés para advertir, en relación a la propuesta declinada por el PSPV, que "buscaba desbloquear la situación y allanar el camino en la gestión festiva", sin entrar en más consideraciones.
"Desde el inicio Compromís hemos dicho públicamente que los cambios de competencias no eran ninguna solución. Nuestra prioridad es sacar adelante lo más pronto posible unos presupuestos de progreso que lleven a Castelló los avances sociales y medioambientales que tan necesarios son», prosiguió Ginés, añadiendo a continuación: "Esperamos que [la nueva oferta del PSPV] sea satisfactoria y que permita avanzar en el acuerdo de Fadrell".
Al respecto, Gil precisó que "en principio contemplamos cualquier escenario. Todo está abierto y hemos de replantear nuestra propuesta, buscando otras vías de consenso. La contestación que nos han dado [la coalición nacionalista] para cambiar Fiestas no la consideramos oportuna, como ellos tampoco la nuestra. Enviaremos una nueva oferta por escrito y nos veremos otra vez el martes".
El evidente distanciamiento entre socialistas y valencianistas sobre cómo zanjar la herida abierta dista del tono conciliador del tercer partido implicado. "La reunión ha sido positiva. Hemos avanzado en rebajar la tensión. Todos tenemos que hacer un ejercicio de responsabilidad y creo que hemos aproximado posturas bastante", comentó Navarro.
Los morados, ante la inflexibilidad de sus compañeros de viaje en el Ayuntamiento de Castelló, proponen una tercera vía: crear un espacio de coordinación de gobierno, integrado equitativamente por los tres partidos; y asumir la gestión de la comisión de seguimiento del Fadrell, siempre con una representación de cada formación proporcional al número de concejales.
El primer órgano de gestión se reuniría con regularidad y cada vez que hubiese que tratar un tema de enjundia. Por ejemplo, la adhesión al código ético de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). El segundo tendría una periodicidad trimestral para analizar el cumplimiento del Acord de Fadrell.
Navarro cree que esa tercera vía permitiría resolver el 'desacord', contribuyendo a restablecer la armonía entre los tres miembros del gobierno. En consecuencia, insta al PSPV a que la tenga en consideración para redactar su nueva oferta a Compromís.
La única certeza acerca de las disensiones internas entre dos de los tres socios de gobierno es que mientras siga la actual ruptura, los presupuestos de 2020 continuarán en un cajón.