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los contrarios al presidente provincial escenificarán así sus desavenencias por la gestión

El sector crítico del PPCS dejará solo a Barrachina en el acto de Casado para visibilizar su descontento

28/08/2019 - 

CASTELLÓ. El sector crítico del Partido Popular en Castellón visibilizará sus desavenencias con el presidente provincial, Miguel Barrachina, al no acudir al acto de inicio del curso político del PPCV el 7 de septiembre en Benidorm. La presencia del líder nacional, Pablo Casado, será la coartada perfecta para escenificar ese divorcio. La no asistencia incluso de algunos casaditas acentuará la sensación de descontento, ya que además pondrán sobre aviso a Génova de su decisión para constatar la división interna.

Con esta actitud, los contrarios a la gestión de Barrachina exhibirán la necesidad de impulsar una renovación en la dirección provincial, siguiendo así las directrices marcadas desde Madrid con el ascenso de Casado

El presidente del PPCS sí que estará arropado por sus afines. Diputados provinciales, asesores y cargos institucionales y orgánicos, todos encumbrados por el propio Barrachina, cerrarán filas en torno a él para lanzar un mensaje de unidad. Esa puesta en escena, empero, no ocultará la fragmentación que vive el partido en la provincia y de la que está al tanto Génova.

Cada vez son más los afiliados que cuestionan el liderazgo del presidente provincial. Más allá de reprocharle los malos resultados de los pasados comicios municipales, que culminaron con la pérdida de la Diputación, no le perdonan su desidia para abanderar una regeneración. Los críticos siguen insistiendo en que el PPCS necesita un cambio de rumbo, reflexión que comparte la vieja guardia.

Frente a esa exhortación Barrachina ha potenciado su círculo de confianza al ampliar la estructura interna, lo que se ha interpretado desde la capital de España como una maniobra estratégica pensando en un posible adelanto del Congreso del PPCS.

Septiembre decidirá

Ante esta situación septiembre se vislumbra como un mes clave. Si el presidente en funciones, el socialista Pedro Sánchez, consigue al final formar gobierno, desapareciendo el fantasma de unas nuevas elecciones generales, los distintos procesos congresuales populares se precipitarán en el tiempo.

Y eso será así porque la dirección nacional mantiene su voluntad de impulsar renovaciones en aquellas provincias donde continúan asentados altos cargos vinculados, por ejemplo, al sorayismo, como ocurre en Castellón.

La demostración de que Casado ansía rodearse de personas de su confianza en la provincia es que a finales de junio fulminó a Barrachina como secretario ejecutivo nacional. Dos meses antes, con ocasión del 28A, ya había frustrado la carrera del segorbino en el Congreso de los Diputados al apartarlo de las listas. Entonces, este debió conformarse con liderar la candidatura a Les Corts, un premio menor que presagiaba cómo serían las relaciones entre ambos en el futuro.

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