CASTELLÓ. El terremoto político destado en Vinaròs por el amigo invisible entre los socios de gobierno en diciembre ha acabado cubriendo al Ayuntamiento debajo de una espesa lava de la que será difícil salir a flote. El regalo de una cabeza de cordero por parte de un edil del PSPV (Jesús Chaler) a la portavoz de Podemos (Ana Fibla) ha acabado por enterrar el pacto de gobierno de forma definitiva y ha abocado a la ciudad a una situación de ingobernabilidad.
El edil de Urbanismo anunciaba su dimisión (y la renuncia al acta) en la sede del PSPV -lamentando por cierto la falta de apoyos de sus compañeros concejales pero sí de la ejecutiva del PSPV- y, una hora después, el alcalde, el socialista Guillem Alsina, anunciaba que cesaba a la edil de Podemos por "falta de confianza". En una rueda de prensa el alcalde, no obstante, confiaba que los otros dos concejales de Podemos se quedarían en el equipo de gobierno.
Pero la reacción de Podemos ha sido anunciar que dinamitaban el pacto de gobierno y se pasaban a la oposición en un duro comunicado en el que califican al alcalde de "incapaz". Con esta carambola, la decisión del alcalde aboca a la ciudad a una fragilidad de gobernanza ya que Alsina cuenta con siete ediles más el apoyo de Compromís (una edil) pero lejos de los once que necesitan para la estabilidad.
Y esta debilidad ya ha quedado reflejada en el primer pleno ya que el alcalde ha acabado reprobado como pedía el Partido Popular. Y es que justo después de suceder todo este 'sainete', el Ayuntamiento ha celebrado un pleno puesto que el PP había convocado una sesión en la que se visualizó la debilidad de la gobernanza municipal. Un pleno al que asistía el ex secretario general del PSPV, Ernest Blanch, Anna Edo, senadora y la diputada Ruth Sanz.
Tras unirse PP con PVI y Podemos, la reprobación salía adelante y el alcalde tomaba la palabra para "pedir perdón" por haber vinculado la imagen de la ciudad con la cabeza de cordero y las vísceras. Pero aseguraba que "Vinaròs no se merece esta situación y mi error ha sido apostar por la prudencia ya que he dado un voto de confianza a las ejecutivas para que se negociara una salida que no ha sido posible".
El alcalde calificaba los hechos como "una dura crisis" y pedía disculpas "a toda la ciudadanía" por lo sucedido pero recordaba que "gobernaremos con el diálogo y llegando a acuerdos como ya hemos hecho en otras ocasiones" y lamentaba que "la oposición y sobre todo el PP no tienda la mano poque a mí lo único que me interesa son los intereses generales de Vinaròs".
El portavoz del PP, Juan Amat, aseguraba en una contundente exposición que "se ha quedado solo y lo único que le queda de alcalde es el sueldo" a lo que el portavoz del PSPV en la localidad, Marc Albella, respondía que "estamos ante el mayor ejercicio de carroñería política que hemos visto nunca en Vinaròs".
Muy contudente también la portavoz de PVI (Patit Independent de Vinaròs), Dolores Miralles, quien lamentaba que "la imagen de nuestra localidad se haya vinculado a estos hechos y cremos que nos merecemos explicaciones de todo lo que ha pasado".
Ciudadanos, en cambio, optaba por la abstención ya que según asegura su portavoz, Manuel Herrera, "en lugar de estar hablando de lo que de verdad interesa a los vecinos, estamos aquí mirándonos el ombligo. La edil de Compromís, Paula Cerdà, ha mantenido su defensa del equipo de gobierno y del alcalde y ha asegurado que "aunque hacer este regalo son bromas que no deben hacerse, ya ha dimitido el concejal" y explicaba que "no se puede responsabilizar al alcalde de ello".