CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Segorbe ha iniciado la cuenta atrás para convertir el antiguo Fuerte de la Estrella en un gran parque arqueológico. Las obras han salido a licitación por 696.456 euros, de los cuales una porción de dinero procederá del 1% Cultural del Ministerio de Fomento y otros 287.791 euros, de los Fondos Feder de la Unión Europea.
Los trabajos, que se ejecutarán en apenas cinco meses, permitirán rehabilitar todo el entramado defensivo del antiguo fuerte carlista, compuesto por tres baterías, un edificio de entrada anexo a la batería oeste, un torreón y las cortinas de la muralla que unían todos los elementos arquitectónicos y cerraban el conjunto fortificado.
Las obras derribarán algunas trincheras de la fortaleza militar que fueron alzadas erróneamente hace casi 40 años, reconstruirán varios muros laterales, recuperarán la fisonomía original del edificio de entrada y acondicionarán el acceso a la parte alta de la histórica construcción.
De forma paralela a la licitación de este contrato, el consistorio también tramita la prestación del servicio de arqueología previo a las obras. En este caso, el objetivo municipal es que, en apenas tres meses, un equipo de arqueólogos trabajen sobre el terreno en el hallazgo de la antigua trinchera sepultada que recorre la cara interna de la muralla y localicen piezas de la Edad de Bronce para su traslado al Museo Arqueológico de Segorbe.
El antiguo Fuerte de la Estrella fue construido en 1875 como puesto de control estratégico en la ruta del Palancia durante la tercera guerra carlista. Las tropas carlistas lo alzaron en el Cerro de Sopeña, punto elevado desde donde se expandió la localidad de Segorbe. Las obras de rehabilitación culminarán más de diez años de espera desde que el consistorio segorbino empezó a trabajar en el proyecto.
Un libro del Consell Social de la UJI, firmado por los profesores Víctor Mínguez, Carles Rabassa y Josep Benedito, pone en valor los valores históricos y patrimoniales de los castillos de la provincia de Castellón y su relación con seis órdenes militares medievales, cuya concentración en el territorio fue única en Europa, dejando una huella indeleble y vinculada con el espíritu de las Cruzadas.
