el edil descarta apoyar una moción de censura de la oposición, pero avisa que su voto es libre

El tránsfuga de Ciudadanos Domingo Lorenzo se erige como árbitro de las mayorías en Benicàssim

16/11/2020 - 

BENICÀSSIM. La enésima confrontación entre el ejecutivo y la oposición en el Ayuntamiento de Benicàssim, con motivo del pleno extraordinario del pasado 13 de noviembre para aprobar la nueva ordenanza fiscal, constata que la gobernabilidad se pone cada vez más cara. Sin la protección que proporciona una preeminencia parlamentaria, el bipartito (PP y Cs) juega permanentemente en el filo del alambre. Con el mismo número de concejales que el bloque rival (ocho y ocho), depende de la red de seguridad del edil tránsfuga Domingo Lorenzo para sacar adelante sus propuestas al erigirse éste en árbitro de las mayorías.

El exregidor de Ciudadanos, que abandonó el partido naranja en junio, se aferra a la máxima que le llevó a mantener el acta, esto es, "defender los intereses de los vecinos", subraya. Es aforismo político tiene una doble consecuencia para los dos bandos en la corporación: por un lado, garantiza la continuidad del equipo de gobierno, sin contemplar una moción de censura; y por otro, somete la estabilidad municipal a sus criterios acerca de lo que significa abanderar aquello que más beneficia a los ciudadanos.

Aunque José Carlos García también integra el grupo de no adscritos, tras dejar Vox, muestra una lealtad más férrea a la oposición que Lorenzo. Dicho de otra manera, los líderes del PSPV, Compromís y Ara Podem saben que pueden contar en todo momento con él como aliado. Así, ha venido sucediendo en los últimos meses. Sin embargo, con el munícipe díscolo de Cs esa fidelidad resulta un tanto incierta.

Su máxima como político

"Ya lo dije en su momento y lo sigo manteniendo: 'Apoyaré todas las iniciativas que sean más ventajosas para los vecinos y personas relacionados con Benicàssim, sin importar del partido que provenga la propuesta'. Voté a favor de defender al ocio nocturno, como lo hice anteriormente con otros temas que entendí eran buenos para los ciudadanos. No siempre estoy de acuerdo con el equipo de gobierno, pero eso no quiere decir que contemple ninguna moción de censura", subraya.

Ese planteamiento frena cualquier intento de la izquierda por precipitar un vuelco en los roles de las distintos bloques pese a que se ha valorado internamente en más de una ocasión. El portavoz del PSPV, Miguel Alcalde, ya deslizó la posibilidad a principios del verano después de confirmarse los cambios en la corporación, aunque reclamó algo más de tiempo para que "cada uno se sitúe en su casilla y lo haga en serio. A partir de ahí, veremos qué alternativas hay encima de la mesa. Desde luego, lo que necesita Benicàssim es firmar un pacto de gobierno, algo que en estos momentos no existe", aseveró entonces.

Meses después de aquellas manifestaciones ese acuerdo de gobernanza sigue sin suscribirse entre el PP y Ciudadanos, cuya fragilidad queda al descubierto cada vez que se aborda en pleno alguna cuestión de enjundia para el municipio. Es más, lo ocurrido respecto a la aprobación del IBI se adivina como un anticipo de la batalla con los presupuestos del consistorio para el próximo curso y que se someterán a votación en la sesión ordinaria de noviembre.

En este sentido, Lorenzo ya anuncia que "apoyaré aquellas medidas que considere más interesantes para los vecinos, porque además así me lo piden cuando voy por la calle. Me siento respaldado por la gente y seguiré trabajando como hasta ahora". 

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