VALÈNCIA. Al gobierno de la Generalitat Valenciana le quedan cinco altos cargos pendientes de nombramiento cinco meses después de su formación. Todas las incógnitas por resolver se centran en tres áreas encabezadas por el Partido Popular. En algunos casos, las plazas están vacantes tras el cese reciente de algunos antiguos miembros del Botànic; otros todavía siguen en el puesto esperando a que se resuelva su situación; mientras que algunos se crearon o redefinieron puestos para los que todavía no se ha designado la persona encargada de ocuparlos.
Por áreas, Presidencia todavía tiene tres nombramientos pendientes para cerrar un organigrama compuesto por una veintena de personas. En concreto, el jefe del Consell, Carlos Mazón, sigue sin designar las figuras que ocuparán las tres direcciones generales relacionadas con las relaciones internas y externas. Se trata de la dirección general de Relaciones con las Comunidades Autónomas y Relaciones Institucionales; la dirección general de Coordinación de la Acción de Gobierno; y la dirección general de Relaciones con la Unión Europea, el Estado y la Acción Exterior. En ninguno de los tres puestos hay una persona de forma interina, pero fuentes de Presidencia aseguran que "pronto estarán cubiertas" estas plazas.
En la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio existe una situación similar a la del jefe del Consell. El área que dirige Salomé Pradas tiene pendiente renovar al director del Instituto Cartográfico Valenciano (ICV), donde todavía permanece al frente Xavier Navarro, nombrado por el Botànic en 2015, si bien fuentes de este departamento aseguraron que sí se está trabajando en el relevo. También continúan el presidente y director general de la Agencia Valenciana de Seguridad Ferroviaria, si bien estos cargos, recordaron desde la conselleria, vienen designados por Les Corts y no pueden ser objeto de cambio al menos hasta 2025.
A estas áreas donde todavía es una incógnita la persona que ocupará los puestos, se le suma la de la dirección del Instituto Valenciano de Estadística (IVE), que hasta hace apenas unos días todavía estaba representada por David González, que llegó al cargo en 2021 de la mano del entonces conseller Rafa Climent. González explicó en su perfil de Twitter que su cese era "esperado desde hacía meses y coherente con el cambio de gobierno de la Generalitat Valenciana". El que fuera director del IVE aprovechó esta red social para repasar su trayectoria y despedirse de la ciudadanía. "Sin duda, las experiencias compartidas y los vínculos creados perdurarán en mi memoria", expresó.
Cabe recordar que el ejecutivo valenciano contará con cinco altos cargos que llegaron de la mano del Botànic, todos ellos integrado en la Conselleria de Hacienda y Economía, dirigida por Ruth Merino. Se trata de la secretaria autonómica de Hacienda, Mako Mira; el director general de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, José Manuel García Duarte; la directora general de la Agencia Tributaria Valenciana, Sonia Díaz; la Interventora General, Amparo Adam; y el director general de Intervención, Gonzalo Peral.
La continuidad de Mira se explicó debido a su relevante papel en las negociaciones para la llegada de la gigafactoría de baterías del Grupo Volkswagen a Sagunt. En el caso de Díaz y Duarte, también aceptaron la oferta de seguir en el Consell desarrollando su perfil técnico. En los casos de Adam y Peral no existe confirmación oficial por parte de ninguna de las partes sobre si seguirán a largo plazo en el nuevo gobierno valenciano, pero la demora en elegir a sus sustitutos sumada a que se trata de áreas técnicas, son cuestiones que dejan entrever la posibilidad de que ambas figuras sigan en el cargo.
Con los nombramientos de las últimas semanas, el Consell PP-Vox ya cuenta con un total de 130 altos cargos sumando también a los consellers y al president. Si ninguna área cambia su estructura, el ejecutivo autonómico contará con 134 altos cargos cuando se acabe de componer el organigrama de Presidencia y Hacienda, 6 y 17 menos de los que tenía el Consell de Ximo Puig al inicio y al final de la anterior legislatura, respectivamente.
Tras este descenso está la promesa electoral de Mazón de reducir "grasa" en la Administración. Para ello, además de una bajada en el número de consellerias, Mazón aseguró que su ejecutivo tendría menos altos cargos que Puig. Pero el entonces candidato a la Generalitat también prometió otra cuestión: un Consell paritario con 50% de mujeres y de hombres, de igual manera que lo hizo el Botànic en 2015.
Por paridad se entiende que exista al menos entre un 40% y un 60% de representantes de cada sexo, tal y como se desprende de la Ley Electoral, norma que no se aplica a la composición de ejecutivos pero que se utiliza para estos casos de forma orientativa. Según este texto, el Consell PP-Vox cumple 'raspado' con la paridad al tener a 78 hombres (60%) y 52 mujeres (40%) como altos cargos. Cabe recordar que todavía quedan cuatro figuras por nombrar, por lo que esta proporción puede cambiar ligeramente.
Agricultura (12,5%), Medio Ambiente (25%), Presidencia (33,33%), y Justicia (37,5%) son los departamentos con menor porcentaje de mujeres. Por su parte, Turismo (54,55%), Servicios Sociales (50%), Cultura y Deporte (50%), Sanidad (50%), Hacienda (43,75%) y Educación (41,18%) superan el porcentaje mínimo para cumplir con la paridad.
Atendiendo a las dos formaciones que forman el gobierno autonómico, existen diferencias entre PP y Vox. El Partido Popular cuenta con 108 altos cargos, de los cuales 63 son hombres y 45 son mujeres. Por tanto, los 'populares' cumplen al tener un 41,67% de mujeres en las primeras filas de sus carteras. En el caso de Vox la cosa se complica, puesto que la proporción es de 15 hombres y 7 mujeres, un 31,82% del total.
La cifra de la formación de ultraderecha se ha agravado esta última semana, cuando Agricultura nombró a Simón Martínez Ruiz como nuevo director general de Producción Agrícola y Ganadera en sustitución de Leticia Sanchiz, que fue cesada a petición propia tras menos de tres meses en el cargo. Cabe, además, recordar que a Vox no le quedan áreas pendientes de ser designadas por lo que la proporción hombres-mujeres se mantendrá de esta forma salvo que se produzcan cambios en la estructura de sus consellerias o se cesen cargos ya nombrados.